Los rebeldes kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) empezaron su anunciada retirada de Turquía hacia el norte de Irak, una operación delicada dentro del proceso de paz para poner fin a 30 años de conflicto.

“Sabemos que el movimiento [de repliegue] de los combatientes ha empezado”, afirmó el miércoles a la AFP Selahattin Demirtas, copresidente de la principal formación prokurda de Turquía, el Partido por la Paz y la Democracia (BDP).

Demirtas sin embargo no pudo aclarar si la retirada empezó el mismo miércoles o antes. Numerosos observadores estiman que el repliegue de los combatientes empezó antes.

“Los combatientes sin duda aprovechan la noche para replegare” hacia las bases del PKK en el Kurdistán iraquí, añadió el diputado kurdo.

El ala militar del movimiento PKK, el HPG, confirmó el martes que su retirada empezaría el miércoles, tal y como se anunció, y advirtió a Turquía que no haga ninguna “provocación” que pueda poner en peligro la operación.

“Nuestros combatientes actuarán para empezar el proceso de retirada a partir del 8 de mayo”, subrayó el HPG en un comunicado.

El movimiento exhortó a los responsables turcos a evitar acciones que comprometan la retirada y aseguró que los movimientos de tropas turcas armadas en el sureste de Anatolia, la región donde opera el PKK, “preparan el terreno para provocaciones y enfrentamientos”.

A pesar de ello, los primeros grupos de rebeldes podrían llegar “en el lapso de una semana” a sus bases del norte de Irak, subraya el texto.

El PKK añadió que se mantendrá fiel a su compromiso de retirarse del suelo turco siempre y cuando no sea atacado por las fuerzas turcas.

Demirtas aseguró por su parte que teme la intervención de “fuerzas oscuras” durante el repliegue.

“No nos esperamos un ataque del ejército sino de las fuerzas oscuras, de los paramilitares, que no están bajo el control de las fuerzas gubernamentales y que pueden tratar de sabotear la operación”, dijo.

En el pasado, el ejército turco había aprovechado las treguas unilaterales del PKK para causar grandes pérdidas en sus tropas.

Pero esta vez, todo indica que no será el caso porque el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, se ha comprometido personalmente con ello.

2.000 rebeldes kurdos en Turquía

El número de rebeldes kurdos en Turquía se estima a unos 2.000, a los que se añaden otros 2.500 en las retaguardias del movimientos en Irak.

La retirada supondría la segunda fase concreta del proceso de paz iniciado entre el PKK y Ankara.

El jefe del PKK, Abdulá Ocalan, encarcelado, hizo el primer gesto y el 21 de marzo pidió a sus tropas un alto el fuego y que se retiraran, el resultado de negociaciones de paz desde finales del año pasado con las autoridades turcas.

El número dos del PKK, Murat Karayilan, anunció luego, el 25 de abril, que la retirada se iniciaría el 8 de mayo.

Desde entonces, no se ha informado sobre ningún combate entre el PKK y el ejército.

En una entrevista a la prensa turca, Karayilan, precisó que la retirada tomará su tiempo y se acabará en otoño.

También aprovechó para decir que la pelota está ahora en el tejado de Ankara y exigió reformas a favor de la minoría kurda.

Los kurdos de Turquía reclaman el reconocimiento de derechos específicos, entre ellos el derecho a la educación en lengua kurda para su comunidad, de entre 12 y 15 millones de miembros, así como una autonomía regional.

Parte de la opinión turca sigue sin embargo categóricamente opuesta a las conversaciones iniciadas por el gobierno con el jefe del PKK, considerado como un “terrorista”.

El diario de oposición Sozcu criticó vehementemente al gobierno islámico conservador turco el miércoles, al que califica de “simple espectador ante los asesinos”, los rebeldes kurdos.

“Han matado, pillado, amenazado, devastado Turquía, ahora se van libremente con sus armas”, titulaba el diario.

El conflicto kurdo en Turquía ha dejado más de 45.000 muertos, según el ejército turco, desde el inicio del levantamiento del PKK, en 1984.