El principal factor que influye en la aparición de enfermedades cardiovasculares es la hipertensión, es más, con esta condición se aumenta hasta cuatro veces la probabilidad de padecer un accidente cerebrovascular (ACV) y se duplica el riesgo de tener un infarto al miocardio.

Según la Encuesta Nacional de Salud realizada en 2010, hasta ese entonces en nuestro país el 26,9% de la población mayor de 15 años sufría de presión arterial alta, y de ellos, el 34,95% no conocía su situación.

El cuerpo es regulado las 24 horas del día por el ritmo circadiano, un “reloj biológico” cuya función es hacer que la presión sanguínea varíe todo ese tiempo.

Hoy ya existe la evidencia para afirmar que el ritmo circadiano influye en los infartos, accidentes cardiovasculares y la muerte súbita cardiaca, ya que tiene sus puntos máximos de presión en las primeras horas de la mañana y los descensos, producidos durante la noche, al dormir.

El aumento de los valores promedio de la presión arterial se asocia a mayor riesgo cardiovascular, incluso con el daño de algunos órganos, como el corazón, los riñones, el cerebro y el sistema circulatorio.

Para Salvatore Pluchino, médico cirujano y profesor de farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, “la Protección Cardiovascular y el control de la presión arterial a lo largo de las 24 horas debe considerarse un objetivo primordial para la prevención del daño orgánico y los subsiguientes eventos cardiovasculares en los pacientes hipertensos”.

Además, Pluchino señala que el problema surge cuando los medicamentos para reducir la presión arterial dejan de tener efecto por las horas transcurridas luego de la ingesta, es decir, las primeras cinco o seis horas el cuerpo está protegido, no así en las horas de la mañana.

Según indica la farmacéutica Boehringer Ingelheim, las estrategias terapéuticas sólo se estaban enfocando en reducir la presión arterial, sin embargo ahora es necesario un tratamiento que también disminuya el riesgo de infartos y ACVs, por lo tanto, es preciso una visita al médico especialista para recomendar un tratamiento personalizado.

Para la Organización Mundial de la Salud, el principal riesgo de mortalidad a nivel mundial es el mal manejo de la hipertensión, por lo que las enfermedades cardiovasculares se han convertido en un problema de salud pública por el gran número de casos que se puede encontrar día a día, siendo la intolerancia al tratamiento y la falta de cumplimiento a este los principales factores que impiden un control eficaz de la presión.