Rabia, molestia, tristeza y desánimo son los sentimientos con los que lidian los docentes, funcionarios y algunos usuarios de la escuela diferencial Ann Sullivan de Valdivia. La entrada de desconocidos a sus instalaciones, el robo de dos trofeos de deportes que solo practican personas ciegas y la sustracción de $250.000 destinados a su locomoción fueron hechos que calaron hondo y de manera dolorosa en dicha comunidad educativa.

Los docentes se percataron del hecho cuando llegaron al recinto, que tenía claras muestras de haber sido irrumpido por la fuerza. Así lo indicó el subinspector Germán Negroni, uno de los policías de la Brigada de Robos de la PDI que indaga el caso.

El dinero fue reunido luego que estudiantes de kinesiología de la Universidad Austral que hacen su práctica junto a las tías del establecimiento organizaran un bazar. Consiguieron ropa usada, la vendieron y lograron juntar dinero que estaba destinado al beneficio directo de 37 adultos con discapacidad visual.

La estudiante Andrea Rojas dijo a Radio Bío Bío en Valdivia que con ese dinero pensaban apoyar el traslado de estos usuarios, siendo este un paso clave para su proceso de intervención.

La situación del robo es lamentable, indicó la joven, porque ya no se podrá ayudar a esa gente como estaba previsto.

La investigación se encuentra en la etapa de análisis de las evidencias del robo, presumiéndose que fueron dos personas o más las que irrumpieron el lugar.