Uno de los grandes del metal falleció este jueves por una falla hepática, lo que preliminarmente sería consecuencia de su extenso padecimiento provocado por una mordedura de araña.

En una entrevista con la revista Classic Rock en diciembre de 2011, y recogida por Blabbermouth, Jeff Hanneman relató el accidente que desde entonces le alejó de los escenarios.

El fundador de Slayer, uno de los pilares del thrash metal mundial, se estaba relajando en un jacuzzi, disfrutando un par de cervezas, cuando notó que una araña lo mordió en el brazo.

Ni siquiera la sentí, pero una hora más tarde me di cuenta que estaba enfermo“, explicó el músico, y cuando iba camino al hospital pudo ver “la carne corrupta” en su brazo que con el paso de los minutos “se ponía muy caliente”.

La enfermera de inmediato se dio cuenta de la gravedad de su herida. Hanneman recordó que en ese momento “estaba a una hora de la muerte“, pues la insignificante mordedura causó una infección bacteriana en los tejidos más profundos de su brazo.

Una grata sorpresa para Jeff fue que el médico resultó ser fanático de Slayer y éste le aseguró: “primero voy a salvar tu vida, luego voy a salvar tu brazo y después, voy a salvar tu carrera“, sometiéndolo a una cirugía para extirpar el tejido muerto.

Pese a los esfuerzos, el guitarrista pasó meses en el hospital con una enorme herida en su brazo, con injertos de piel y consumiendo una importante cantidad de antibióticos para enfrentar la fuerte infección.

Durante su recuperación, hubo cierto hermetismo desde Slayer sobre la salud de Hanneman, pero siempre hablaban con optimismo. Tom Araya decía que podría participar en la composición del nuevo disco e incluso, elevó las esperanzas de su regreso en abril del 2011, cuando apareció en el escenario a tocar un par de canciones.