El gobierno descartó repetir el censo de 2012, que está siendo sometido a una auditoria técnica para determinar si sus cifras son confiables, luego de las denuncias sobre una presunta manipulación de datos en el estudio.

“Ese evento ya está descartado (un nuevo censo)”, dijo al respecto el subsecretario de Economía, Tomás Flores.

Además, el ejecutivo explicó que están trabajando junto a expertos internacionales en una nueva metodología para poder recalcular las cifras de la medición, pero en base a los datos disponibles.

“Hubo un porcentaje de hogares en los cuales sabemos que hay moradores, pero no los pudimos encontrar, pese a que fuimos en días de semana, en fin de semana. Esos chilenos existen por lo tanto tenemos que hacer una estimación de cuántos son”, señaló Flores.

El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) comenzó este jueves una auditoria sobre el proceso y suspendió el sitio electrónico del censo “hasta que se haya llegado a la convicción de que son cifras con niveles de confianza propios de una institución técnica, profesional y de calidad”, dijo la institución en un comunicado.

Recordemos que el lunes de esta semana fue nombrado el nuevo director del organismo, Juan Eduardo Coeymans, luego de la renuncia del extitular de la entidad estatal Francisco Labbé, detonada por la fuerte polémica que causó un reportaje de Ciper que denunció la manipulación de datos en la encuesta.

Según la investigación, el Censo de 2012 presentó a 16.600.000 habitantes como efectivamente censados, cuando se entrevistó a 600.000 personas menos, y Labbé forzó la cifra para poder alcanzar el objetivo de sólo un 2% de personas que no contestaron, incluyendo a moradores ausentes y viviendas desocupadas como consultadas.