La compañía nacional responsable de las marcas de detergente Biofrescura, Cleaner Chile S.A., demandó este jueves a la multinacional Unilever ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia.

¿El motivo? Supuestas prácticas exclusorias que habrían restringido la competencia y puesto en peligro la viabilidad del negocio de todos los actores de esta industria, señalaron desde Cleaner.

Al respecto Pedro Aresti, presidente de la empresa denunciante, expresó que “están afectando gravemente y desde hace ya varios años la competencia en el mercado de los detergentes, lo que es especialmente delicado ya que después de los lácteos, son el producto de mayor gasto para los hogares chilenos”.

Por lo mismo añadió Aresti, “hemos solicitado al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia decretar el cese inmediato de estas prácticas y sancione a Unilever con la multa máxima que establece la ley, esto es, 20 mil UTA (US$ 20,3 millones)”.

La aplicación reiterada y sistemática de incentivos por exclusividad, descuentos retroactivos y otras restricciones asociadas al uso de espacios para la comercialización, tanto en canales tradicionales como supermercadista, son algunas de las situaciones que Cleaner decidió acusar al TDLC.

Pero además, la acción judicial asevera que “Unilever, abusando de su posición de dominio, ha logrado capturar y mantener en el tiempo ilegítimamente participaciones de mercado no inferiores al 75%, y descontada la participación de otro gigante como Procter & Gamble, ha logrado asfixiar a la competencia relegando al resto de los actores que operan en el mercado de los detergentes a un 5% del mismo”.

Un punto a favor de la empresa chilena, es que la Comisión Europea determinó en abril de 2011 que Unilever se había coludido con otros actores relevantes del mercado de detergentes europeo (P&G y Henkel) para acordar la fijación de precios anticompetitivos en perjuicio de los consumidores, aplicándole una multa conjunta de US$457 millones.