La policía de Perú habría encontrado este miércoles el cadáver del líder de una secta acusada de quemar a un lactante, durante una ceremonia realizada en Quilpué, región de Valparaíso.

De acuerdo a lo informado por el coronel de la policía peruana, Samuel Sevilla, a Radio Bío Bío, durante las pesquisas dieron con un cuerpo al interior de un domicilio abandonado en el Cusco, ciudad donde habría escapado Ramón Castillo conocido como “Antares de la Luz”.

Según lo que indicó el oficial a La Radio, el cuerpo se encontraba colgando de una viga con una cuerda de nailon blanco amarrada a su cuello, agregando que “aparentemente no habría participación de terceros”.

Personal especializado de la policía realiza las pericias para determinar si efectivamente el cadáver corresponde al joven que era intensamente buscado en el país vecino.

Entre tanto, en la PDI se están recopilando antecedentes sobre la noticia a fin de confirmar fehacientemente si se trata del líder de la mencionada secta.

Una fuente de la institución policial aseveró que se esperan los antecedentes de Interpol y precisó que dentro de las formas de confirmar la identidad, está el envío desde Perú de un kardex con las huellas del cadáver, con la finalidad de ser chequeadas con las que tiene en Chile.

También, no se descarta el envío de un equipo de expertos en huellas a la vecina nación para trabajar allá en la individualización.

Según las investigaciones, el sujeto se habría cortado el pelo y la barba para pasar inadvertido en el nortino país, específicamente en la turística ciudad peruana, donde la policía repartió cientos de afiches con la imagen del prófugo.

Recordemos que “Antares de la Luz” es sindicado como el líder de la secta que realizó una ceremonia en donde se quemó a un lactante de tres días en una hoguera, en el Fundo “Los Culenes”, de la localidad de Colliguay, como parte de un rito, según la denuncia de un familiar de uno de los integrantes.

Ramón Gustavo Castillo Gaete, de 35 años, padre de la criatura, convenció a sus seguidores que la guagua era el Anticristo y en un supuesto rito de sanación para salvar al mundo, le pidió el niño a la madre y lo cargó en sus brazos hasta una excavación, donde se hizo una pira (hoguera que en la antigüedad se quemaban los cuerpos). Luego con sus discípulos lanzaron el niño al fuego.

Revisa imágenes del operativo policial:

VICTOR ZEA/LA REPUBLICA/AGENCIAUNO

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