El Celler de Can Roca (Gerona, España) fue designado el lunes como el “mejor restaurante del mundo”, poniendo fin a tres años de reinado del danés Noma, en una velada que confirmó el buen momento de la cocina española a pesar del contexto económico difícil.
Otros cuatro restaurantes españoles figuran en la prestigiosa lista de los “50 mejores restaurantes del mundo 2013″, en la que hay también seis establecimientos latinoamericanos encabezados una vez más por D.O.M., del chef Alex Atala en Sao Paulo (6º), incluidos dos recién llegados.
Tras dos ediciones en la segunda posición, el establecimiento regentado por los hermanos Roca -Joan (chef), Josep (sumiller y jefe de sala) y Jordi (pastelero)- en la ciudad catalana de Gerona (noreste) alcanzó finalmente la cumbre.
“No sabemos si somos el mejor restaurante del mundo, pero podéis estar seguros de que seguiremos trabajando con autenticidad, generosidad y hospitalidad”, prometió Joan Roca, el eje central de este triángulo creativo, al recoger su premio.
Después, ante un enjambre de periodistas celebró este “reconocimiento maravilloso”, que compartió “con todos los cocineros que están trabajando para sacar adelante en un momento difícil la cocina española”.
Para el Celler de Can Roca, creado en 1986 y especializado en la cocina tradicional catalana, el mayor problema será lidiar con la demanda que va a generar este reconocimiento. De hecho, tiene prácticamente completo para el próximo año. “Mañana los recepcionistas se van a suicidar”, bromeó el chef, acreedor de tres estrellas Michelín.
“Noma”, el restaurante del embajador de la cocina nórdica René Redzepi, fue relegado a la segunda posición dos meses después de que al menos 63 personas sufrieran intoxicaciones estomacales tras comer en el restaurante debido a un norovirus, posiblemente por el contagio de un empleado enfermo.
La Osteria Francescana, del italiano Massimo Bottura, completó el podio de esta edición, en la que estuvieron presentes 49 de los 50 premiados y que gourmets del mundo entero pudieron seguir en directo por internet.
La coronación de El Celler de Can Roca fue una buena noticia para toda la cocina española, que volvió a colocar tres fogones en el Top10, con los vascos Mugaritz de Andoni Luis Aduriz en el cuarto lugar (-1 con respecto a 2012) y Arzak de Juan Mari Arzak y su hija Elena en el octavo.
El restaurante homónimo del chef Quique Dacosta en Denia (Alicante) subió 14 puestos hasta el 26, y el asador Etxebarri perdió 13 para situarse en el 44.
Otra cocina emergente desde hace unos años en la lista es la latinoamericana, a pesar del ligero retroceso de Atala, recientemente incluido en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo de la revista Time, respecto al histórico cuarto puesto del año pasado.
El chef peruano Gastón Acurio alzó su restaurante “Astrid y Gastón” hasta una inédita decimocuarta posición, y recibió un premio por protagonizar la mayor progresión de la lista (+21).
Los restaurantes de la Ciudad de México Pujol, de Enrique Olvera, y Biko, de los españoles Mikel Alonso y Bruno Oteiza, subieron al 17º (+19) y 31º (+7) lugar, respectivamente.
Y Maní (46) de Sao Paulo y Central de Lima (50) entraron por primera vez en la lista.
Esto llevó a los organizadores a anunciar oficialmente el lanzamiento de una nueva lista regional para premiar a los 50 Mejores Restaurantes de Latinoamérica, el próximo septiembre en Lima coincidiendo con la feria gastronómica internacional Mistura.
Por último, Nadia Santini, la reina del restaurante familiar Dal Pescatore en Runate (norte de Italia), recogió el premio a la Mejor Chef Mujer del Mundo, y el veterano chef francés nacionalizado monegasco Alain Ducasse, con tres restaurantes tres estrellas en la prestigiosa guía Michelin, agradeció en un vídeo el “Lifetime Achievement Award” a toda su trayectoria que no pudo venir a recoger personalmente.
La lista de los “50 Mejores Restaurantes del Mundo”, creada en 2002, es votada anualmente por 900 críticos, periodistas, chefs y expertos internacionales en gastronomía y, aunque no suscita unanimidad, tiene una enorme repercusión para las mesas que ocupan los primeros lugares.
