“No escapaban de la justicia, sino de Antares de la luz”, dijo el abogado Javier Arévalo, quien representa a Carolina Alejandra Vargas San Martín (34) y Pablo Undurraga Atria (30), imputados de integrar la secta religiosa de Colliguay que incineró a un recién nacido.

Los individuos habrían sido amenazados por Ramón Castillo tras abandonar la agrupación y existirían correos electrónicos que corroboran esta información, afirmó el abogado en el marco de la formalización en el Juzgado de Garantía de Quilpué.

Con respecto al la jerarquización al interior de esta organización, Arévalo indicó que no existía un líder, ya que quien daba las órdenes no era “Antares de la luz”, sino -supuestamente- dios.

Cabe señalar que la pareja estaba oculta en Villarrica y resolvió entregarse en Santiago, por lo que hoy lunes están siendo formalizados.