Informe de Ciper Chile reveló una serie de conflictos que se desencadenaron a partir de la decisión del máximo encargado del INE, Francisco Labbé, de contabilizar las casas ocupadas con moradores ausentes al momento de la encuesta dentro de la muestra.

“Como el director quería llegar a un 2% de omisión, y no fue así, hizo calzar los datos. Así de simple”. Con esta frase corta pero contundente, uno de los jefes técnicos del INE respondió a Ciper Chile en el marco de una investigación por la supuesta manipulación de las cifras del Censo 2012.

Y es que según revela el informe, la intención de llevar a cabo “el mejor censo de la historia de Chile”, le habría jugado en contra al director del organismo, Francisco Labbé.

Lo anterior, debido a que el encargado del INE decidió presentar la cifra de 16 millones 600 mil personas como efectivamente censadas cuando en realidad fueron 15 millones 800 mil, sumando las más de 600 mil casas ocupadas pero con moradores ausentes, para alcanzar así menos de un 2% de omisión, un número récord de esta medición pero que traería consecuencias.

En cuanto a lo netamente estadístico, esto generó una serie de errores en las tabulaciones e indicadores, que se han podido ver en las rectificaciones al censo. Ejemplo de esto fue que un comienzo se informó que las mujeres en edad fértil era de 1.100.000, pero después se afirmó que eran sólo 200.000. Lo mismo ocurrió con las jefas de hogar con servicio doméstico que pasó de 20.670 a 7.637, como también con la cantidad de hogares donde el “jefe de hogar” es un hombre y existe servicio doméstico puertas adentro, que subió de 2.228 a 16.206.

Además, la investigación también saca a la luz un Informe de Asesoramiento al INE de parte del Consultor Demográfico Eduardo Arriagada, donde la conclusión más relevante es que faltarían al menos 210 mil hombres en relación a la población femenina, lo cuál no se explicaría ya que la mortalidad masculina no ha aumentado, el número de chilenos que dejaron el país durante la etapa del censo tampoco alcanzaría ese número y los inmigrantes (chilenos y extranjeros) que llegaron presentan un balance.

La decisión de Labbé además tuvo costos para los miembros del equipo técnico del INE, ya que habrían advertido en innumerables ocasiones que era algo que no se podía realizar, razón por la cual fueron marginados del proceso.

Todos estos errores han generado una verdadera debacle de la institución, debido a que los empleados critican la jefatura de Labbé. Sin ir más lejos, el 17 de abril 11 de los 14 jefes técnicos y operativos del organismo le hicieron llegar en persona al director una carta con diversos cuestionamientos a su gestión.

“Es una amenaza de un retroceso en el manejo de los temas técnicos…además de generar incertidumbre en relación al resto de los productos estadísticos actuales y a los futuros proyectos institucionales, lo que no es sano para la institucionalidad estadística del país”, dice la misiva.

Finalmente, las indagaciones de Ciper también tocan los diversos cuestionamientos al IPC, los que incluso van desde el interior del mismo organismo. Además, se habla de que uno de los asesores de Labbé, Maximiliano Raide, no cuenta con título profesional, pero percibiría honorarios por medio de contratos a su hermano y otro individuo por montos cercanos a los $3.900.000.

Revisa el reportaje completo realizado por Ciper Chile.