La Agencia Federal de Aviación estadounidense (FAA) autorizó a volar a partir del viernes a los aviones Boeing 787, luego de que la firma norteamericana introdujera modificaciones en los sistemas de baterías de estos aparatos.

Los vuelos del 787 estaban suspendidos por la FAA desde el 16 de enero luego de graves incidentes en las baterías. “El objetivo de esta directiva es autorizar al avión a retomar su servicio lo antes posible, ordenando (al mismo tiempo) modificaciones que resolverán un problema de seguridad”, declaró la FAA en un “certificado de navegación”.

La FAA advirtió que la nueva directiva no sustituye el reglamento anterior para los Boeing 787 y que la norma, que entrará en vigor el viernes, exige modificaciones en el sistema de baterías y otras mejoras.

“Una vez que los aviones cumplan con la norma pueden volver a volar”, dijo un portavoz de la FAA en un correo electrónico a la AFP.

Las empresas aéreas cuya flota incluya aviones del modelo 787 estarán obligadas a instalar un sistema de aislamiento en sus baterías principales y adicionales y conductos para evitar el contagio en caso que se produzca un cortocircuito o un sobrecalentamiento de una célula.

Además las baterías y sus cargadores deberán ser reemplazados, una tarea que según Boeing tomaría cinco días por avión.

“Las modificaciones deben estar terminadas antes de la reanudación de los vuelos. Cuando los aparatos cumplan las directivas podrán retomar sus actividades”, agregó el portavoz.

La autoridad dijo que el reglamento solo es aplicable a los aviones registrados en Estados Unidos pero que esperaba que todos los reguladores extranjeros tomaran las mismas medidas.

La FAA y agencias similares en el resto del mundo dejaron en tierra a las 50 naves del modelo 787 en servicio, desde el 16 de enero, luego de dos fallas en el innovador sistema de baterías litio-ion del jet.

El anuncio termina con tres difíciles meses para Boeing, que vio a sus clientes cancelar miles de vuelos y reordenar sus parrillas de horarios.

En su directiva, la agencia estadounidense señala que los cambios aprobados minimizarán los riesgos de seguridad planteados por las baterías, que se recalentaron en enero.

Los investigadores no han logrado hasta ahora determinar la causa de las falla, indicó la FAA.

Ni la Oficina Nacional de Seguridad en el Transporte, que está investigando un incidente en un aparato de Japan Air Lines ocurrido en el aeropuerto de Boston, ni su gemela japonesa, que investiga las fallas en las baterías de un avión de All Nippon Airways que realizó un aterrizaje de emergencia en Japón, han podido dar con las razones del problema.

La FAA sacó la directiva sin dar tiempo a comentarios públicos debido al costo para las aerolíneas de mantener en tierra a estos gigantes.

“El propósito de esta directiva es permitir al aparato volver al servicio tan rápido como sea posible ordenando una modificación que solucionará los problemas de seguridad”, señaló.

La FAA estimó el costo de estos cambios en unos 2,8 millones de dólares para los seis 787 registrados en EEUU.

Boeing confirmó su objetivo de entregar más de 60 787 en 2013.