Taiwán confirmó este miércoles su primer caso “importado” de gripe aviar H7N9, la cepa responsable del contagio de más de un centenar de personas en China, en particular en el sur y el este del país, que ha dejado 21 muertos.

Un hombre de 53 años que trabajaba en la ciudad china de Suzhou presentó síntomas de gripe tres días después de su retorno a Taipei, vía Shanghai, el pasado 9 de abril, según anunció el Centro de Centrol de Enfermedades Infecciosas de Taiwán.

Hospitalizado desde el 16 de abril, este hombre que padece hipertensión y hepatitis, se encuentra en estado “grave”, según un comunicado del órgano especializado.

Durante su estancia en China, el paciente no estuvo en contacto con aves vivas ni consumió carne de aves de corral poco cocida, agregó el comunicado.

Desde que el gobierno chino informó de la muerte de dos personas infectadas por la cepa H7N9 en marzo, la mayoría de los casos se han registrado en el este de China.

Con un hombre de 36 años que vive en Zaozhuang, en la provincia de Shandong, son ya 105 las personas que han contraído el virus, según las autoridades chinas.

Aunque avanza lentamente, todos los días se anuncian nuevos casos.

Como en el caso de la cepa H5N1 de la gripe aviaria, la más común, los científicos temen que una mutación permita el contagio entre humanos, lo que podría activar una pandemia.

China, el país más poblado del mundo, está considerado de riesgo debido a la decenas de millones de aves. En 2005 y 2006, en lo peor de la crisis, las autoridades lanzaron campañas de vacunación de las aves, lo que les permitió controlar la situación.

Taiwán teme, por su parte, las migraciones de aves salvajes, ya que la isla está separada del continente por el estrecho de Formosa, a entre 150 y 200 km de distancia.