Cansados pero sonrientes, los siete miembros de la familia francesa, entre ellos cuatro niños, secuestrada en febrero en el norte de Camerún por el grupo islamista nigeriano Boko Haram y liberada el viernes, llegaron este sábado a París, donde los esperaba el presidente François Hollande.

“Hoy, fue la vida la que ganó”, declaró a la prensa el presidente Hollande que acudió a recibir a los ex rehenes que llegaron a las 06H00 locales (04H00 GMT) al aeropuerto de Orly, sur de París, donde esperaban una decena de familiares y unos 60 periodistas.

“Las autoridades francesas hicieron su deber, con discreción”, añadió Hollande.

La familia Moulin-Fournier viajó a bordo del avión Falcon del ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, que los fue a buscar.

Sonrientes, con mantas en los hombros para resguardarse del frío matinal, bajaron del avión y se fundieron en abrazos con sus allegados antes de dirigirse al pabellón de honor.

Tanguy Moulin-Fournier, el padre de la familia, dio cuenta de su “inmensa emoción” de su “inmensa alegría”.

“Se terminó, y salimos de ello…”, declaró. “Estoy muy contento de haber regresado a Francia, es un gran momento. Más adelante regresaremos también a Camerún, que es un lindo país”, agregó.

La familia partió luego en un vehículo escoltado por la policía. Los niños estaban sonrientes.

La pareja y sus cuatro hijos de entre 5 y 12 años residían desde 2011 en Yaundé, donde el padre, Tanguy, trabaja para el grupo GDF Suez. Cyril Moulin-Fournier, el hermano de Tanguy, vive en España y había ido a visitarlos en vacaciones.

La familia fue secuestrada en el norte de Camerún el 19 de febrero, donde había ido a visitar un parque nacional.

“Estamos empezando a darnos cuenta de que esto se acabó y es una alegría inmensa. La emoción es muy fuerte por estar de vuelta por fin en el mundo, de haber sido liberados por fin”, había declarado el padre de familia, Tanguy Moulin-Fournier, a la prensa antes de emprender viaje de regreso desde Yaundé.

“Los niños se encuentran bien”, añadió refiriéndose a sus cuatro hijos de 5 a 12 años. “El deseo de los niños se vio cumplido este mediodía gracias a la esposa del embajador, que les hizo unas patatas fritas. Soñábamos con eso desde hace dos meses”, comentó el padre de familia, muy delgado, como su hermano y su esposa.

La familia francesa fue recibida el viernes por el presidente camerunés, Paul Biya, que había anunciado su liberación en un comunicado en el que daba las gracias a “los gobiernos de Nigeria y de Francia por su ayuda”.

Los rehenes fueron liberados la noche del jueves “en una zona entre Nigeria y Camerún” declaró a la AFP el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius.

Al anunciarse la liberación, el presidente francés François Hollande expresó su “enorme orgullo” por la “gran noticia”, y dijo que habló por teléfono con Moulin-Fournier, a quien expresó su “inmenso alivio”.

Los secuestradores de la familia Moulin-Fournier afirman pertenecer al movimiento islámico Boko Haram.

La secta islamista Boko Haram es muy activa en el norte de Nigeria, una zona perturbada desde hace años por atentados y asesinatos, reprimidos sangrientamente por los fuerzas de seguridad nigerianas.

En dos videos divulgados el 25 de febrero y el 18 de mayo, los secuestradores exigían a cambio de la liberación de los franceses, la puesta en libertad de miembros de su grupo presos en Nigeria y en Camerún.

Esas reivindicaciones fueron calificadas de “fuera de alcance” para Francia por Fabius, que hizo no obstante un viaje a Camerún en marzo y se reunió con el presidente Paul Biya.

Hollande indicó varias veces que haría todo lo posible para obtener la liberación de los secuestrados. “La política de Francia es que no se paguen rescates”, había afirmado en marzo.

“Francia no cede en sus principios” y uno de ellos es “no pagar rescates”, reafirmó Hollande el viernes.

Muy pocas informaciones se filtraron sobre las condiciones de esta liberación anunciada el viernes por la mañana por la presidencia camerunesa.

Francia tiene todavía por los menos siete de sus ciudadanos en África. Secuestros reivindicados por grupos islamistas, entre ellos seis por Al-Qaida del Magreb islámico (AQMI) en Sahel.