Estados Unidos dará este sábado un paso más en su apoyo a la oposición siria anunciando el suministro de material militar defensivo a la rebelión -aunque no armas- con motivo de una reunión en Estambul del grupo de Amigos de Siria.

Según un responsable estadounidense, el secretario de Estado John Kerry aprovechará esta nueva reunión entre los once principales países occidentales y árabes que apoyan a los adversarios al presidente Bashar al Asad para proponer “una asistencia adicional no letal a los grupos moderados de la oposición”.

El “montante” y el “detalle” de esta nueva ayuda no se han decidido todavía y serán objeto de debate entre el gobierno estadounidense y la oposición “para identificar sus necesidades”, precisó el diplomático.

Según los medios de comunicación estadounidenses, podría consistir en chalecos antibalas, vehículos y gafas de visión nocturna.

El responsable del departamento de Estado no entró en detalle pero confirmó que “se estaba debatiendo otro tipo de ayuda no letal (…) más allá de las raciones militares alimentarias y los kit médicos”.

Consciente de la situación sobre el terreno, el jefe de la diplomacia estadounidense había anticipado el anuncio de este refuerzo de apoyo ante una comisión del Senado, en la que expresó su temor al desmembramiento de Siria. Pero también insistió en la prudencia necesaria en el apoyo militar en la oposición.

“Intentamos avanzar con precaución para no crear todavía más desorden”, dijo Kerry. “También queremos asegurarnos de que aquellos con los que trabajamos defienden el pluralismo, la diversidad y un proceso democrático”.

Pese a que la guerra ha causado ya más de 70.000 muertos, los países occidentales dudan sobre el suministro de armas a los rebeldes, preocupados de que caigan en manos de los grupos más radicales, como el Frente al Nosra, que juró lealtad a Al Qaida.

Después de su experiencia en Afganistán, Estados Unidos opta por la prudencia y hasta el momento ha dosificado su apoyo a la oposición. En la primera reunión de los Amigos de Siria, en febrero en Roma, anunció por primera vez una ayuda directa de 60 millones de dólares pero descartó darles material militar.

Apoyo político

Antes incluso del anuncio oficial de Kerry, la principal fuerza de la oposición al régimen de Damasco, la Coalición Nacional Siria (CNS), volvió a pedir ayuda militar.

“Si bien la ayuda humanitaria es una necesidad absoluta, la oposición siria también quiere obtener un apoyo susceptible de provocar la caída inmediata del régimen y poner fin a los sufrimientos del pueblo sirio”, afirmó la CNS en un comunicado.

Francia y el Reino Unido militaron durante un tiempo por el levantamiento del embargo decretado por la Unión Europea (UE) sobre el suministro de armas, la única medida que en su opinión podría inclinar la balanza militar a favor de los rebeldes. Pero París dio marcha atrás al estimar que “no se reunían las condiciones” sobre el terreno.

Este asunto volverá a estar sobre el tapete en la reunión que comienza a las 15h00 GMT a orillas del Bósforo pero es muy probable que no se zanje. “No podemos decir que va a ser todo sí o todo no”, pronosticó el ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabius.

A falta de armas, los Amigos de Siria intentarán asentar la autoridad del nuevo primer ministro interino Ghasan Hito, electo el mes pasado y cuestionado muy pronto por un ala opositora, sobre todo por el jefe dimisionario de la Coalición Nacional de la Oposición Ahmad Moaz al Jatib. Está previsto que los dos acudan a Estambul.

El miércoles, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, reiteró la oposición de su país, aliado del régimen de Bashar al Asad, al grupo de los Amigos de Siria, de los que no forma parte. Lavrov considera que desempeña un papel “negativo”.

Este sábado la Coalición de la Oposición siria acusó a Rusia en un comunicado de estar “fuera de la Historia” y de oponerse a los valores de libertad y justicia.

“El hecho de que Rusia se oponga a las aspiraciones de los sirios a la libertad y la democracia (…) demuestra una vez más que la administración rusa vive fuera de la Historia y a contracorriente de la liberación del Hombre”, afirma el texto.