El papa argentino Francisco rompió la tradición tras decidir eliminar la prima extraordinaria que se asigna a los 4.000 empleados del Vaticano con ocasión de la elección del nuevo pontífice, informaron este jueves fuentes vaticanas.

La renuncia inédita en febrero de Benedicto XVI sumado a las dificultades en las finanzas del Vaticano han obligado al nuevo Papa a eliminar la gratificación de cerca 1.000 euros para los empleados de la Santa Sede con ocasión de la muerte del Papa y la elección de su sucesor.

Numerosos empleados, sobre todo de la oficina de prensa y comunicaciones, tuvieron que trabajar horas extraordinarias desde que Benedicto XVI anunció su renuncia el 11 de febrero y también después de la elección el 13 de marzo del argentino Jorge Bergoglio, el primer papa latinoamericano y jesuita de la historia.

Casi 6.000 periodistas de todo el mundo cubrieron esos eventos.

El nuevo Papa decidió destinar parte del dinero previsto para los empleados a obras de caridad.

Según los últimos informes, las finanzas del Vaticano registraron un déficit de 14,9 millones de euros, mientras el Governatorato de la Ciudad del Vaticano cuenta con un excedente de 21,8 millones de euros.