El presidente electo de Venezuela, Nicolás Maduro, viajó a Lima, en la víspera de su toma de posesión, para asistir a la cumbre de emergencia de la Unasur sobre la crisis que desató en el país su ajustada victoria electoral, desconocida por la oposición.

“Vamos a llevar la verdad”, anunció el mandatario electo en el aeropuerto de Maiquetía -que sirve a Caracas-, poco antes de abordar el vuelo, en una intervención transmitida en cadena por todas las radios y televisoras del país.

Maduro, sucesor del fallecido presidente Hugo Chávez, afirmó que informará a los presidentes de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) “lo que han sido los acontecimientos que la patria ha vivido las últimas horas, cómo hemos derrotado un golpe de estado en esta fase”.

“En Venezuela no tenemos una oposición (…) lo que existe es una conspiración permanente, aupada desde los Estados Unidos”, agregó el mandatario electo, tras agradecer la convocatoria a la reunión por el gobierno peruano, que ejerce la presidencia temporal del bloque.

Maduro, quien envió a Lima más temprano a su canciller Elías Jaua, precisó que regresará en la madrugada del viernes para tomar posesión en una ceremonia a la que asistirán varios jefes de Estado.

En un abierto desafío, poco antes, el líder opositor venezolano, Henrique Capriles, que pidió al Consejo Nacional Electoral (CNE) un recuento del 100% de los votos, anunció en su cuenta de Twitter que está “evaluando” la posibilidad de estar presente en la cumbre.

“Hemos conversado en las últimas horas con varios Jefes de Estado y Cancilleres, todos muy receptivos y de acuerdo con el reconteo de votos”, aseguró también el líder opositor.

El joven gobernador opositor, quien anunció que en la noche se dirigirá al país, espera una decisión del CNE sobre el recurso que presentó el miércoles, basándose en denuncias de irregularidades.

Los rectores del CNE se encontraban esta tarde reunidos, según informes de prensa desde hace horas, debatiendo la petición de Capriles.

En un momento en que parece haber retomado el control de la situación después de las movilizaciones convocadas por la oposición en rechazo a su asunción, Maduro espera recibir el apoyo de Unasur.

“Voy a ser el primer presidente chavista de la historia”, expresó Maduro, quien deja a cargo del país a su vicepresidente Jorge Arreaza.

Mientras Maduro recibía un apoyo casi unánime de sus vecinos latinoamericanos, aunque con matices, Capriles era apoyado en su demanda de recuento de votos por Estados Unidos y también por la Unión Europea, aunque esta última tomó nota de su elección.

Bajando el tono, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, insistió este jueves en la conveniencia de un recuento de los votos, pero pidió que no se “cierren las puertas” entre ambos países, que mantienen una deteriorada relación diplomática.

“Nuestra posición es que esa auditoría sería un importante primer ingrediente para brindar confianza a toda la comunidad de naciones interesada en este resultado”, dijo Kerry.

Al partir a rumbo a Lima, el presidente boliviano Evo Morales afirmó que los delegados de Unasur están obligados a apoyar una resolución contra Estados Unidos, que él propondrá, y si no lo hacen son traidores.

“No reconozcan nada, no nos importa su reconocimiento”, dijo el miércoles Maduro, al reaccionar el miércoles a la postura de Estados Unidos, principal comprador del petróleo venezolano con 900.000 barriles diarios pagados en efectivo.

Por el contrario, el heredero de Chávez recibió un fuerte apoyo de tres de sus socios del Mercosur, Brasil, Argentina y Uruguay, cuyos presidentes, Dilma Rousseff, Cristina Kirchner y José Mujica, asistirán a la ceremonia de asunción el viernes.

Brasil esgrime el principio de no intervención para abstenerse de comentar la crisis política venezolana. Paraguay, el quinto miembro del Mercosur está excluido del organismo regional, y no reconoció a Maduro.

Y desde luego, los países del Alianza Bolivariana de Nuestra América (ALBA), integrado por Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y tres Estados insulares caribeños y liderados por Venezuela, le dieron su apoyo entusiasta a Maduro.

Analistas consultados por la AFP dudan mucho de que el recurso de Capriles prospere, sobre todo después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) dijera el miércoles que el conteo manual no existe.

“En Venezuela hay una parcialización de todos los poderes públicos y sobre todo en el poder electoral”, opinó a la AFP la internacionalista María Teresa Romero.

Maduro tomará posesión el viernes ante la Asamblea Nacional en un acto que tendrá lugar a las 11H00 locales (15H30 GMT), al que no asistirán los diputados de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Varios cazas Sukhoi y helicópteros militares sobrevolaban el cielo de Caracas cerca del mediodía en un aparente ensayo para el desfile militar en el Paseo de los Próceres, que se realizará tras la toma de posesión en la Asamblea Nacional de Maduro.

La tensión en las ciudades venezolanas, que estalló en violencia el lunes con un saldo según el gobierno de ocho muertos y más de 60 heridos, ha bajado luego de que Capriles desactivó las movilizaciones de sus seguidores en la calle. Maduro y otros miembros de gobierno asistieron a funerales de los fallecidos.

Pero todas las noches las protestas continúan con un sonoro cacerolazo, respondido por los seguidores de Maduro con el estallido de fuegos artificiales.