Un convoy de MOX, controvertido combustible que contiene plutonio, llegó este miércoles sin incidentes y bajo alta vigilancia a Cherburgo (noroeste), donde el cargamento debe embarcar rumbo a Japón.

El cargamento salió de la planta Areva de Beaumont-Hague en tres camiones, escoltados por decenas de furgonetas, constataron periodistas de la AFP.

Los barcos, el que transportará el MOX y otro de acompañamiento, deben zarpar este mismo miércoles y tardarán unos 65 días en llegar a Japón.

Greenpeace y el grupo Europa Ecología Los Verdes pidieron la anulación de este transporte “peligroso”.

Según Greenpeace, se trata de unas 10 toneladas de MOX que contienen de 650 a 800 kg de plutonio, “el mayor radiotóxico del mundo”, que puede servir para fabricar bombas.

Areva sostiene que la fabricación de bombas a partir de este plutonio es “casi imposible”.

Según el grupo nuclear, el MOX es un combustible que permite “reciclar” el plutonio producido en la irradiación de combustibles clásicos (compuestos únicamente de uranio) en las centrales nucleares.