Estados Unidos sigue abierto a negociaciones con Corea del Norte, declaró este lunes en Tokio, donde culmina su girá asiática, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quien pidió a Pyongyang dar un paso hacia las conversaciones.

“Estados Unidos sigue abierto a negociaciones honestas y creíbles sobre la desnuclearización, pero la pelota está en el campo de Pyongyang”, dijo Kerry en un discurso en el Instituto Tecnológico cuando el mundo teme que Pyongyang dispare un misil para celebrar el nacimiento del fundador de la dinastía comunista.

El jefe de la diplomacia estadounidense culminó en Tokio este lunes la tercera y última etapa de su gira asiática, tras haber visitado Seúl -donde reiteró el pleno apoyo de Washington a Corea del Sur- y Pekín.

La víspera Kerry había afirmado que Estados Unidos, que obtuvo el apoyo de Pekín para apaciguar en forma conjunta la crisis en la península coreana, está “totalmente determinado a defender a Japón”, país amenazado nuclearmente por Corea del Norte.

Kerry, que se reunió con el primer ministro japonés Shinzo Abe antes de poner fin a su gira por tres países asiáticos, dijo que las conversaciones en China y en Corea del Sur ya demostraron que el mundo hablaba con una sola voz.

“Una cosa es segura: estamos unidos”, subrayó Kerry poco antes de reunirse con el primer ministro japonés Shinzo Abe que estimó “intolerable” la conducta de Pyongyang.

“El peligroso programa de misiles nucleares de Corea del Norte no amenaza únicamente a sus vecinos sino también a su propio pueblo”, estimó Kerry llamando a Pyongyang a “dar pasos importantes para mostrar que Corea del Norte cumplirá sus compromisos y respetará las leyes y normas internacionales”.

AMENAZAS A JAPÓN

El régimen norcoreano amenazó el viernes a Japón con “fuego nuclear” después de que Tokio desplegara baterías antimisiles para destruir cualquier misil norcoreano que amenace su territorio.

Washington ha afirmado en varias ocasiones que sólo discutirá con Pyongyang en el marco de negociaciones sobre la desnuclearización de la Península, en las que participan seis países (las dos Coreas, Estados Unidos, China, Japón y Rusia).

Pero al insistir sobre su apertura al diálogo durante su gira asiática, Kerry dio a entender que se podrían explorar otros caminos.

En Pyongyang el dirigente Kim Jong-Un visitó el lunes el mausoleo en donde están los cuerpos embalsamados de los dos líderes del hermético régimen, el de su padre, Kim Jong-Il, y el de su abuelo, Kim Il-Sung, de quien se celebra el 101º aniversario del nacimiento.

En la capital norcoreana se llevará a cabo un desfile militar y el régimen, como acostumbra hacer en los días de celebración, podría marcar la jornada con un lanzamiento de misil, lo que sería “un grave error” según Kerry.

Según los servicios de inteligencia surcoreanos, el Norte desplegó recientemente en su costa oriental dos misiles Musudan, de un alcance teórico de 4.000 km, capaces por lo tanto de alcanzar objetivos en todo el territorio surcoreano, japonés e incluso la isla de Guam en el Pacífico, en donde Estados Unidos tiene bases navales y aéreas.

Las tensiones en la Península Coreana se amplificaron desde una nueva serie de sanciones tomadas por la ONU contra Corea del Norte tras su tercer ensayo nuclear el 12 de febrero.

Pyongyang, irritado también por las maniobras militares de EEUU con Corea del Sur, amenazó con una “guerra termonuclear”.

Hasta ahora el descontento de Pyongyang ha sido sólo una escalada verbal, con la excepción del cierre parcial del complejo industrial intercoreano de Kaesong, situado en su territorio.

En su visita a China durante su gira asiática, Kerry intentó que Pekín sosiegue a su vecino comunista, del que es el único aliado de peso, y a quien le da asistencia económica.

“Encarar el problema nuclear en Corea sirve a los intereses de todas las partes”, declaró el sábado el jefe de la diplomacia china, el consejero de Estado Yang Jiechi.

Sin designar explícitamente a Corea del Norte, el presidente chino Xi Jinping advirtió unos días antes que nadie tenía el derecho de “precipitar (la península coreana) en el caos”.