Miles de personas desfilaron este sábado en Lisboa en protesta por la creciente pobreza debido a los recortes impuestos por el gobierno y los acreedores internacionales de Portugal.

“El desempleo en Portugal es una vergüenza nacional”; “es absolutamente necesario un aumento del salario mínimo”, coreaban los manifestantes, que reclamaban la dimisión del gobierno.

Esta “marcha contra la pobreza creciente” es el punto culminante de una semana de acciones organizadas en varias ciudades del país, convocadas por el CGTP, el principal sindicato del país, cercano al partido comunista.

“El país no soporta más la austeridad”, declaró Arménio Carlos, líder del CGTP, que habló ante los manifestantes.

El plan de recortes “sofoca al país” y “la troika tiene que irse”, reclamó, en referencia a la UE, el FMI y el Banco Central Europeo, que monitorean las decisiones económicas del ejecutivo y que enviarán a una delegación a Lisboa el lunes.

“Creo que este gobierno no hace más que robarnos. No lo queremos. Estoy muy preocupada por el futuro de mis hijos”, declaró a la AFP Isabel Pereira, desempleada desde hace tres años, que se manifestaba junto a su marido, albañil también desempleado.

A pesar de los varios planes de austeridad adoptados por el gobierno, el crecimiento económico se frenó y el país sufrió en 2012 una recesión del 3,2%, mientras el desempleo alcanzó el récord del 16,9% a finales de 2012.

Esta manifestación tiene lugar en un momento en que Portugal vuelve a encontrarse bajo presión después que el Tribunal Constitucional rechazó días atrás varias medidas de austeridad contenidas en el presupuesto para 2013.

La decisión, que privó al gobierno de unos 1.300 millones de euros, puede comprometer los objetivos de reducción de déficit del ejecutivo portugués.

El viernes, la Eurozona acordó extender siete años el plazo de devolución de los préstamos a Portugal, pero a pesar de ello el gobierno anunció que tendrá que hacer importantes recortes en salud, educación y en las empresas públicas.