El gobierno de Ecuador presentó el jueves una denuncia ante la Fiscalía general para que indague una presunta matanza de indígenas no contactados a manos de un clan rival en la Amazonia en marzo pasado, si bien no hay indicios de ello, informó el subsecretario (viceministro) de Justicia, Diego Guarderas.

El funcionario solicitó investigar el supuesto ataque de nativos waoranis contra taromenanes, el cual habría dejado unos 30 muertos de acuerdo con líderes aborígenes, así como que se le tome declaración al presidente de la Nacionalidad Waorani (NAWE), Cawetipe Yeti.

Las etnias taromenane y tagaeri se mantienen en aislamiento voluntario y sumarían unos 200 miembros, según dirigentes de la NAWE.

El ataque se habría producido en venganza por el asesinato a lanzazos, el 5 de marzo, de dos ancianos waorani aparentemente por parte de los taromenane en la provincia de Orellana (este).

El sábado, el presidente Rafael Correa confirmó que dos niñas taromenane se encontraban en poder de los waorani tras la supuesta incursión, registrada el 29 de marzo de acuerdo a la NAWE.

“Se habla de 18 muertos, por ahí dijeron 30 muertos, pero hasta ahora no se encuentra ningún cadáver”, señaló el mandatario, añadiendo que la presencia de las menores en territorio waorani “puede ser fuente de permanente conflicto”.

Un día antes, Yeti declaró a la AFP que el ataque a cargo de miembros de su comunidad (cuya población es de 2.300 habitantes) habría dejado “más de 30 muertos”, apuntando que esa versión le entregaron agresores con quienes se reunió en el remoto caserío de Yarentaro (Orellana).

Investigaciones por parte del ministerio de Justicia no han revelado indicios sobre la supuesta matanza, que se habría registrado en un paraje de la Amazonia.