Los demócratas están a punto de lograr que haya una primera votación el jueves en el Senado de estadounidense a la reforma de las leyes sobre venta de armas de fuego, pese a una amenaza de bloqueo de un grupo de republicanos calificada de insólita por el vicepresidente Joe Biden.

El jefe de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, dijo que espera que la primera votación se realice este jueves y que se logre el voto de 60 los 100 senadores, para impedir que la iniciativa sea bloqueada.

Trece senadores pertenecientes a la franja más conservadora del partido republicano, entre ellos el senador por Florida Marcos Rubio, han anunciado la posibilidad de utilizar un mecanismo que permitiría incluso impedir que el senado discuta el tema.

“Podemos decir que ahora, no solamente algunos senadores no quieren tomar posición pública, sino que están listos a impedir que otros puedan asumir una posición. Esto es casi insólito”, dijo Biden, a quien el presidente Barack Obama encargó seguir la reforma propuesta por el gobierno tras el tiroteo de diciembre en la escuela de Newtown, en el que murieron 20 niños y 6 adultos.

“Imaginen lo que podrían decir ahora en otras capitales del mundo. El resto del planeta sigue de cerca lo que nosotros hacemos”, subrayó Biden.

Los demócratas solo disponen de 55 escaños en el Senado, por lo que requerirán del apoyo de legisladores republicanos. Según un conteo realizado este martes por varios medios estadounidenses, los 60 votos parecen ser alcanzables, pues unos 12 republicanos parecen estar decididos a sumarse a los demócratas.

Pero esta primera votación será solo un primer paso al que seguirán otras votaciones sobre temas de fondo, cuyo resultado es impredecible.

“Para los estadounidenses sería una bofetada que no se haga nada sobre las verificaciones de antecedentes, sobre la seguridad en las escuelas, sobre el tráfico de armas, ahora que todo mundo encuentra que eso es una buena idea”, declaró Reid en una conferencia de prensa.

Al precipitar el trámite sin tener previamente negociado un texto de consenso, los demócratas parecen haberse decidido a posicionarse como impulsores de una reforma que ha suscitado opiniones favorables entre los electores particularmente en lo referente a hacer más estrictas las verificaciones de antecedentes e identidad antes de cualquier venta de armas.

El partido republicano tradicionalmente ha defendido la segunda enmienda de la Constitución estadounidense que garantiza el derecho a poseer armas.

El debate legislativo se reanudo este martes, tras dos semanas de receso en el Congreso, con una ofensiva dirigida desde la Casa Blanca.

El presidente Barack Obama señaló el lunes desde Connecticut (noreste), a pocos kilómetros de donde ocurrió en diciembre la masacre en Newton, que su gobierno no dará “marcha atrás” en su propósito de lograr controles más exhaustivos a las ventas de armas.

Un grupo de familiares de las víctimas de Newton viajó a Washington en el avión presidencial para hacer cabildeo ante los legisladores sobre la iniciativa.

Obama que ha reconocido que es más fácil que el Congreso apruebe una reforma migratoria – la otra gran prioridad fijada en la agenda de su segundo mandato- tenía previsto una cena este miércoles con una docena de congresistas republicanos cuyos nombres no fueron especificados por la Casa Blanca.

El otro dramático incidente con armas de fuego se presentó en Nueva Jersey, cuando un niño de cuatro años hirió gravemente en la cabeza a otro de seis años, cuando jugaba con un rifle cargado.