Pasa periódicamente con demoliciones, incendios y con construcciones. El Patrimonio Cultural en Chile es muy vulnerable y pareciera que poco importa. Y cuando llega a importar se “reacciona” frente a la prensa anunciando leyes, medidas y proyectos para luego volver al letargo cómplice.

En Chile hay muchos problemas con el Patrimonio Cultural: desde el desprecio de algunos –que siempre han preferido parecerse a París, a los barrios residenciales ingleses o norteamericanos, a Miami o a Las Vegas- a la ignorancia de muchos, a la falta de formación –incluyendo la profesional- y de difusión como a los serios problemas legales e institucionales. Además de los problemas de falta de financiamiento.

De los anteriores, los referidos al marco institucional y legal son posiblemente el más importante. Baste ver lo que ha pasado en Valparaíso o Castro, y lo que está pasando con la Divina Providencia.

Durante el Gobierno de Bachelet se hizo un largo proceso –liderado por Raúl Allard- de participación con diversas instituciones, organizaciones y personalidades para elaborar una propuesta. El proceso fue serio pero resultado fue malo (posiblemente porque fue equivocada la persona que llevó el proceso), al punto que la mayoría de las instituciones y expertos se opusieron a la propuesta elaborada.

Para el actual Gobierno de Piñera el tema de realizar una profunda transformación a la institucionalidad y a las leyes relacionadas a la Cultura y el Patrimonio Cultural fue una promesa de campaña. El Presidente ha anunciado el Ministerio de la Cultura y el Patrimonio en discursos del 21 de mayo y en otras oportunidades.

Se sabe que el Gobierno está trabajando una propuesta de Ministerio de la Cultura y el Patrimonio, pero ha sido tan anunciada como es poco conocida, incluso en instituciones fundamentales para el Patrimonio Cultural como es el Consejo de Monumentos Nacionales, principal organismo de Estado para protegerlo existente en la actualidad.

¿Qué se debe esperar o se debe hacer para que haya un real interés por la Cultura y el Patrimonio en Chile? ¿Se pretende que se llegue a lo que tuvieron que hacer los habitantes de Punta Arenas, Aysén o Freirina? ¿O lo que han hecho los estudiantes para ser escuchados? ¿O se está esperando que la Unesco le quite la categoría de Patrimonio de la Humanidad a Valparaíso o a las Iglesias de Chiloé?

¿Qué se debe hacer para que las autoridades de turno, nacionales y locales, aborden seriamente el tema? ¿Qué se debe hacer para que el Parlamento considere que la Cultura es importante?

El Palacio Iñiguez, en plena “Alameda de las Delicias”, construido en 1908, es obra de los importantes arquitectos Alberto Cruz Montt y Ricardo Larraín Bravo (autor de un notable libro de principios de sXX sobre construcción, incluyendo adoquinados y obras de alcantarillado) y en él ha funcionado por muchísimos años la Confitería Torres (donde fueron tantos presidentes). Y el incendió provocó daños irreparables en él, aunque haya afectado solo los pisos superiores.