Desde que la mañana de este lunes se diera a conocer la muerte de la ex primera ministro británica, Margaret Thatcher, las declaraciones positivas o negativas sobre su vida no han cesado, como corresponde a una de las figuras más polémicas del siglo XX.

Sin embargo una de las más enfáticas es la del artista inglés Morrissey, quien no desaprovechó la ocasión para dar a conocer su punto de vista sobre la que describe como una mujer “negativa en todo lo que hacía”.

La antipatía del ex líder de Los Smiths no es nueva. Ya en 1988 le había dedicado la canción “Margaret on the guillotine“, donde no sólo jugaba con la idea de su ejecución sino que le deseaba una pronta muerte.

En adición a ello, Morrissey hizo llegar a la revista The Daily Beast una carta donde condena la vida de Thatcher, enumerando una por una las razones que lo llevaron a detestarla. En BioBioChile traducimos su carta a continuación.

Thatcher es recordada como la Dama de Hierro solamente porque poseía características completamente negativas, como su permanente tozudez y su incapacidad de escuchar a los demás.

Cada movimiento que hacía estaba cargado de negatividad: destruyó la industria manufacturera británica, odiaba a los mineros, odiaba las artes, odiaba a los luchadores de la libertad irlandeses y los dejó morir, odiaba a los ingleses pobres y no hizo nada por ayudarles, odiaba a Greenpeace y a los activistas por el medio ambiente.

Fue la única líder política europea que se opuso a la prohibición del comercio de marfil. No tenía astucia ni calidez e incluso su propia coalición acabó por expulsarla. Dio la orden de volar El Belgrano (buque argentino) aún cuando este se encontraba fuera de la zona de exclusión de las Malvinas… ¡y se estaba alejando de las islas! Cuando los jóvenes argentinos abordo de El Belgrano estaban sufriendo la más horrible e injusta de las muertes, Thatcher le hizo el símbolo de la victoria a la prensa británica.

¿Hierro? No. ¿Barbárica? Sí. Ella odiaba a las feministas pese a que en gran parte fue gracias al progreso de este movimiento que el público británico llegó a aceptar la posibilidad de que una mujer pudiera llegar a ser primer ministro. Pero por culpa de Thatcher, nunca más habrá una mujer al poder en la política británica. En vez de abrir una puerta para las mujeres, la cerró.

Thatcher será apreciada sólo por los sentimentalistas que no sufrieron bajo su liderazgo, pero la mayoría de la clase trabajadora británica ya la ha olvidado, y los argentinos estarán celebrando su muerte. Como resumen de los hechos, Thatcher era el terror sin un átomo de humanidad.

Morrissey.