Durante su periodo como Primer Ministra del Reino Unido, entre el 4 de mayo de 1979 y 28 de noviembre de 1990, Margaret Thatcher fue una acérrima enemiga de la violencia en los estadios que afectaba al fútbol inglés.

Claro que para ello tuvieron que ocurrir tres tragedias de marca mayor ligadas a clubes ingleses, e innumerables peleas y enfrentamientos entre barras bravas en distintos puntos de Inglaterra, dejando una larga lista de víctimas, lesionados y daños.

Y es que la mala mezcla de alcohol con la violencia como estilo de vida, tal como se jactaban muchos mal llamados hinchas, quienes se hicieron reconocidos por todo el mundo como hooligans, ocasionó más de un dolor de cabeza para Thatcher y las autoridades del Reino Unido.

Por lo anterior, y gracias a su imagen de ‘Dama de Hierro’, no tuvo reparos para comenzar una férrea lucha en contra de los ‘hooligans’.

El origen del término ‘hooligans’ proviene, de acuerdo a archivos, desde inicios de 1900 y existen diversas versiones, desde un hombre que participó en una pelea y cuyo apellido era Holigan, hasta el nombre de una banda irlandesa llamada Hooley, sin embargo, se hizo mundialmente conocido y ligado al comportamiento violento de hinchas del fútbol en 1986.

Actitud agresiva relacionada con vandalismo, marginalidad, pautas de conducta y actos relacionados con robos, prostitución, alta ingesta de alcohol, fue lo informado tanto desde el Palacio de Buckingham como por la prensa inglesa, para ‘identificarlos’.

Incluso la real academia española reconoce el término en sus publicaciones, describiendo al Hooligan como el ‘hincha británico de comportamiento violento y agresivo’.

No obstante, el fenómeno se expandió a todas las latitudes del orbe, siendo un mal que hasta el día de hoy afecta a las ligas de fútbol de muchos países del mundo.

Tragedias

Fueron tres los hechos lamentables que se desarrollaron tanto en Inglaterra como en otros puntos de Europa para que el gobierno de Thatcher decidiera actuar con fuerza para erradicar un mal que se expandía y parecía no tener control. Tres eventos que contaron con un denominador común: hinchas de clubes ingleses.

En primera instancia ocurrió la ‘Tragedia de Heysel’, en Bruselas, Bélgica, escenario donde el 29 de mayo de 1985 se llevó a cabo final de la Copa de Europa entre la Juventus de Italia y el Liverpool inglés. Zonas debidamente marcadas para que cerca de 25.000 hinchas de cada equipo se instalaran en los distintos puntos del estadio, el que por cierto tras la zona de los arcos no tenía asientos, como ocurría en muchos estadios europeos.

Una hora antes del inicio del partido, los hinchas del Liverpool comenzaron una práctica un tanto habitual en los estadios ingleses, ‘corretear’, empujar y enfrentarse a los aficionados rivales para así quedarse con la tribuna, acción que provocó una avalancha humana y que terminó con la vida de 39 personas que murieron aplastadas, por asfixia o crisis de , de las cuales 32 eran italianos seguidores de la Juventus, cuatro de bélgica, dos franceses y un británico. Además, otras 600 personas resultaron heridas.

¿Sanción?: 10 años de castigo para el Liverpool de no participar de competencia europeas y 5 años para clubes ingleses. En tanto que 14 hooligans del Liverpool fueron condenados a 3 años de cárcel en Bélgica.

18 días más tarde, el 11 de mayo de 1895, ocurrió la ‘Tragedia de Bradford’, o también conocida como la ‘Tragedia de Valley Parade’ donde un violento incendio en una tribuna de madera del estadio de Bradford, donde se disputaría el encuentro entre el Bradford City y el Lincoln City dejó 85 muertos.

Si bien en el hecho no hubo actuar violento por parte de hinchas ingleses, las malas condiciones del recinto y sus estrechas vías de evacuación fueron un punto a considerar por el gobierno británico.

Finalmente en 1989, y con el ‘movimiento’ hooligans expandido por el resto del mundo, aumentando considerablemente la violencia en los estadios y en las cercanías de estos, ocurre la ‘Tragedia de Hillsborough’, donde otro incendio, esta vez en el estadio de Hillsborough, 96 personas murieron aplastadas. La sobreventa de localidades, la mala ejecución policial, y el descontrol de hinchas, provocó que una avalancha humana acaba con los hinchas del Liverpool, que nuevamente protagonizan un lamentable hecho.

Plan de Acción

Tras la Tragedia de Heysel, Thatcher declaró públicamente su intención por “limpiar el fútbol inglés de los hooligans”, por lo que la policía intentaba controlar los desmanes, no obstante, estos continuaban ocurriendo en distintos puntos de Inglaterra.

Finalmente en 1989 se comienza a elaborar un informe, solicitado por el Gobierno de Reino Unido, para dar a conocer las reformas para buscar acabar con la violencia en los estadios, estudio que se hizo público al año siguiente bajo el nombre de Informe Taylor.

En el documento, una batería de medidas que debían aplicar todos los clubes del Reino Unido para luchar contra los hooligans.

En primera instancia, se obligó a retirar el alambrado que rodeaba los campos de juego, así como también eliminar las zonas de espectadores donde los hinchas permanecían de pie e instalar asientos para todo el estadio.

Además, mejorar los accesos al recinto, siendo estos más amplios y debidamente señalizados, para que en caso de un evento, el público pueda hacer abandono desde estadio y así evitar tragedias como las ya vividas.

Personal se seguridad especializado dentro del recinto que tengan la capacidad de controlar situaciones y manejar grandes grupos. Principalmente quitar la actitud represiva que generaba la imagen de la policía dentro del recinto.

Prohibición de venta de entradas el mismo día del evento, y recomendación de no vender alcohol dentro de los estadios.

Instalación de cámaras de seguridad y la creación de un ‘registro de hinchas’.

Para llevar a cabo las modificaciones a los recintos, el Estado entregó préstamos a los clubes, con los que pudieron mejorar considerablemente la comodidad en estos. Además, algunas instituciones optaron por aumentar el valor de los tickets.

A lo anterior se debe agregar la creación de un equipo especial de vigilancia nacionales anti-hooligans, la Unidad de Fútbol de Inteligencia Nacional, creado por Scotland Yard en 1989 y en 1991 la aparición de la Ley de delitos de Fútbol.

Así las nuevas leyes en Reino Unido actuaron de forma eficaz, logrando disminuir la violencia de los estadios y mantener un registro de ‘hooligans’, a modo de evitar incidentes tanto dentro como fuera de Inglaterra, lo que sumado al control policial fueron letales para poner término al grave problema que afectaba al fútbol inglés. Muestra de ellos es que durante el mundial de 2006 más de 3.000 personas, sindicadas como hinchas violentos, tuvieron que entregar su pasaporte, el que no fue devuelto hasta que culminó la Copa del Mundo, así no podían viajar ni abandonar Reino Unido, evitando desmanes.

Sin embargo, actualmente continúan ocurriendo hechos de violencia en el fútbol inglés, aunque situaciones más esporádicas, y que generalmente tiene como protagonistas a hinchas de un determinado equipo con la policía.

De esta forma, Thatcher es considerada una de las principales responsables de acabar con gran parte de la violencia en el deporte que un día catalogó como un “problema de ley y orden”.