Venezuela ha convertido unas 322.000 armas de fuego en barras de hierro o cabillas para la construcción de viviendas subsidiadas por el gobierno para atender el déficit habitacional, informó este sábado el ministro del Interior y Justicia, Néstor Reverol.

“Todas esas armas que se incauten, de las 322.000 que hemos incautado en los últimos años se han convertido en cabillas para la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV)”, dijo Reverol al canal estatal VTV, durante la destrucción de unas 114 pistolas y rifles en Caracas.

Según el responsable, el armamento incautado en el primer trimestre de 2013 llegó a 13.000 unidades en el país, que en ese mismo lapso registró 3.400 homicidios.

Venezuela es el país más violento de Sudamérica con 16.000 homicidios en 2012, según cifras oficiales, aunque la cifra es mayor en los cálculos de organizaciones no gubernamentales.

Para combatir la inseguridad, el gobierno prohibió desde el pasado junio y por un año la venta de armas de fuego y municiones a particulares, y prevé que las armerías entreguen al Estado sus inventarios de armamento.

Expertos señalan que esa medida solo afecta unos 40.000 portes de armas legales y no apuntan a las entre 9 y 15 millones de armas ilegales que circulan en Venezuela (con unos 27 millones de habitantes), según una estimación oficial de 2009.

Desde 2011, en Venezuela está prohibido el otorgamiento de nuevos permisos de porte de armas o su porte en espacios públicos, para enfrentar los flagelos de la violencia e inseguridad en el país.

Según una encuesta de la Comisión Presidencial para el Desarme, creada en 2011, la principal causa de homicidios en la mayoría de los estados venezolanos es el ajuste de cuentas, especialmente entre jóvenes de hasta 25 años.

Entre los millones de personas que viven en barrios pobres o perdieron su hogar por los desastres naturales a lo largo de los años, oficialmente se estima que hay un déficit de 2,7 millones de viviendas.