El primer ministro de Perú, Juan Jiménez, negó que el gobierno haya tomado una decisión sobre el pedido de indulto humanitario al encarcelado expresidente Alberto Fujimori, al cumplirse este viernes 21 años del autogolpe de Estado que perpetró.

Jiménez dijo que mientras el presidente Ollanta Humala se encuentre cumpliendo una visita oficial en China no se tomará una decisión sobre el pedido de indulto, presentado en octubre por los cuatro hijos del ex mandatario.

“Tengamos tranquilidad. Por el momento no hay ninguna decisión. Entiendo que hay el temor de que esto se decida mientras el presidente no está en el país; niego enfáticamente eso”, subrayó.

Versiones periodísticas, desmentidas por Jiménez, señalaban que el gobierno había decidido declarar improcedente ese pedido tras evaluar un reciente informe médico que señala que Fujimori no padece cáncer en la actualidad.

El primer ministro dijo “lamentar el nivel del debate político” al subrayar que “hay una oposición destructiva que de alguna manera afecta la estabilidad política del país”, a la vez que rechazó los adjetivos pronunciados contra Humala por uno de los hijos de Fujimori.

Dirigiéndose al mandatario, el congresista Kenji Fujimori escribió el jueves en su cuenta Twitter que “sería cruel y cobarde lavarse las manos sobre el indulto. Si es humano o verdugo dígalo usted y en el Perú”.

En respuesta, Jiménez exhortó a “la oposición destructiva a no seguir en esa ruta”.

De acuerdo a la Constitución el presidente es la única persona que tiene facultad para aprobar o rechazar un pedido de indulto humanitario.

El argumento de los cuatro hermanos Fujimori para pedir el indulto humanitario es que el exgobernante sufrió cáncer recurrente a la lengua que le fue extirpado en cinco operaciones en los últimos años y por sufrir un cuadro de depresión que pone en peligro su vida en la cárcel.

Al referirse a los 21 años del autogolpe, Jiménez estimó que ese hecho “afectó la imagen del país, retrajo las inversiones y generó una grave crisis moral”.

El 5 de abril de 1992, Fujimori (1990-2000) cerró el Congreso, destituyó a los magistrados del Poder Judicial, implantó la censura de prensa e instauró un gobierno de “emergencia y reconstrucción nacional” para combatir, según señaló, a la guerrilla maoísta Sendero Luminoso, derrotada a mediados de los 90.

Fujimori fue condenado en abril de 2009 a 25 años de cárcel por violación de derechos humanos como autor intelectual de dos matanzas durante su régimen, en las que fueron asesinadas 25 personas, en el marco de la lucha antiguerrillera.