El presidente de la FIFA, Sepp Blatter, estimó este viernes en Zúrich (Suiza) que la retirada de puntos o el descenso de clubes cuyos aficionados muestren actitudes racistas o sean violentos no fue una buena idea, contrariamente a lo que había defendido en enero de este año.

“¿Hasta dónde deberíamos ir? ¿Dónde deberíamos parar?”, se preguntó en un congreso de la sociedad Early Warning System (EWS), que se ocupa para la FIFA de la vigilancia de los partidos en el marco de los riesgos de manipulación de los resultados.

“¿Se puede poner fin a la violencia y al racismo quitando puntos o descendiendo a un equipo? ¿O bien estas medidas conducirán a la gente a venir al estadio para detener el partido?”, añadió Sepp Blatter.

“Debemos hacer algo, pero el peligro, si hacemos que se vuelvan a jugar los partidos, o si sancionamos deportivamente a los clubes, es abrir la puerta a grupos de gamberros que vendrían a crear problemas deliberadamente. ¡Hay tantas pasiones alrededor del fútbol!”, señaló el dirigente.

El presidente de la FIFA, de 77 años, había dicho lo contrario en enero. “Quitar puntos/descenso del equipo. Sanciones financieras: no suficientes. Partidos a puerta cerrada: no una buena solución”, dijo a través de su cuenta Twitter.

“Las sanciones en caso de actos discriminatorios deben ser muy severas. El fútbol es parte integrante de la sociedad mundial. Reunimos a más de 300 millones de personas en el mundo y debemos dar ejemplo. Si no hay sanciones severas, nada cambiará nunca”, había declarado antes en una rueda de prensa, unos días después de que el centrocampista ghanés del Milan, Kevin Prince Boateng, dejara el terreno en un amistoso, tras los gritos racistas de los aficionados del pequeño equipo Pro Patria (cuarta división).