El gobierno de Estados Unidos está adoptando “todas las precauciones necesarias” para afrontar la escalada de amenazas de Corea del Norte, dijo este jueves el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.

“Lo que estamos viendo ahora es un patrón familiar de comportamiento… lamentable pero familiar”, señaló Carney a bordo del avión Air Force One en el viaje de retorno del presidente Barack Obama a la capital desde California.

Interrogado específicamente sobre el aparente desplazamiento de un misil norcoreano en la costa oriental del país, Carney reconoció que su gobierno estaba al corriente pero sin hacer comentarios específicos sobre el caso.

“Puedo decirles que hemos visto las informaciones de prensa (sobre el misil) y que seguimos vigilando la situación en la península”, dijo el portavoz de la Casa Blanca.

El ministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Kwan-Jin, afirmó ante el parlamento que el misil en cuestión podría recorrer “una distancia considerable” pero no al punto de alcanzar el territorio estadounidense. El responsable añadió desconocer si el cohete estaba armado.

En un comunicado citado por la agencia de prensa oficial norcoreana (KCNA), el estado mayor general del ejército de Pyongyang dijo haber informado de manera oficial a Estados Unidos de que serían “aplastados” por “medio de ataques nucleares”.

“La operación despiadada” de las fuerzas norcoreanas “fue definitivamente examinada y ratificada”, afirmó el ejército del norte en la noche del miércoles al jueves, en lo que constituye una nueva escalada en las amenazas bélicas.

Jay Carney aseguró que tales declaraciones solo contribuyen a “aislar todavía más a Corea del Norte”, un país que “podría elegir la vía de una mejora de su economía” si respetara sus “obligaciones internacionales en materia nuclear”.