Un grupo armado del estado mexicano Guerrero (sur), que se proclama de autodefensa ante la impunidad con que opera el crimen organizado en la región, retuvo a dos presuntos secuestradores de una población rural de Acapulco y los entregó a las autoridades, informaron líderes de la llamada policía comunitaria.

Pobladores de Xaltianguis, una comunidad ubicada a unos 40 km del turístico puerto Acapulco, denunciaron ante el movimiento civil armado que fueron víctimas de intentos de secuestros, por lo que el lunes por la tarde se trasladaron cerca de 400 policías comunitarios al lugar, precisó Bruno Plácido Valerio, dirigente del comando.

Tras un intercambio de disparos con los presuntos secuestradores, el grupo de autodefensa retuvo a dos de ellos, para luego entregarlos a autoridades policíacas.

Los civiles armados cerraron los accesos y salidas del poblado para encontrar al resto de los presuntos secuestradores e instalaron puestos de control de vehículos, agregó Ernesto Gallardo, otro de los dirigentes del movimiento, que buscará integrar a pobladores de Xaltianguis en su sistema de justicia civil.

El 6 de enero pasado se levantó el primer grupo de autodefensa, integrado por unos 800 hombres armados con escopetas y machetes, en Ayutla de Los Libres, un municipio de la montaña de Guerrero. El movimiento se replicó en al menos siete municipios de ese estado, y se extendió en al menos a otros tres estados.

Los policías comunitarios de Ayutla de Los Libres, que empezaron a desmovilizarse en el marco de una negociación con el gobierno, inicialmente justificaron el levantamiento en la práctica de usos y costumbres tradicionales de los pueblos indígenas, legal en varios estados del país, pero algunas autoridades del Estado no están de acuerdo.

En México, un país con altísimos índices de impunidad, murieron más de 70.000 personas entre 2006 y 2012 en riñas de bandas del crimen organizado y en operativos militares para combatirlas, según cifras oficiales.