La infanta Cristina, hija del rey de España, es sospechosa, según el juez que instruye el caso por presunta corrupción contra su marido Iñaki Urdangarin, de “cooperación” o “cuanto menos de complicidad” al permitir que utilizara su título real para favorecer sus negocios.

Dados los indicios que hacen pensar que la infanta prestó “su consentimiento a que su parentesco con S. M. El Rey fuera utilizado por su marido”, el juez José Castro estima “inevitable que Doña Cristina de Borbón y Grecia preste declaración”, según el auto en que la convocó a su juzgado el próximo 27 de abril.

Según este magistrado de Palma de Mallorca, en las Islas Baleares, no convocar a la hija del monarca supondría un “descrédito de la máxima de que la justicia es igual para todos”.

Una fuente judicial indicó que la infanta será interrogada por un “delito de tráfico de influencias”.

Cristina, de 47 años, había permanecido hasta ahora al margen de la investigación por corrupción abierta a finales de 2011 por el juez Castro contra Urdangarin, excampeón de balonmano reconvertido en hombre de negocios, y contra su exsocio Diego Torres.

Ambos son sospechosos de haber malversado varios millones de euros de dinero público mediante el Instituto Nóos, una sociedad de mecenazgo que Urdangarin presidió entre 2004 y 2006 y en cuya junta era vocal la infanta Cristina.

Para el magistrado, “todo parece indicar que estaba consensuado que la única función de Doña Cristina Federica de Borbón y Grecia (…) era la de una utilitarista figuración”, es decir que su presencia permitía utilizar su título real como baza en las negociaciones entre Nóos y “las empresas e instituciones públicas”.

En su auto, el juez considera que si dicha utilización se hacía “mediante el consentimiento y conocimiento de presente y de futuro, podría ser calificado como un supuesto de cooperación necesaria a los delitos supuestamente cometidos” por Urdangarin y Torres, “o, cuanto menos, de complicidad”.

El diario El Mundo afirmó la semana pasada que la defensa de Torres había entregado al tribunal de Palma un paquete de 30 correos electrónicos. “En algunos de ellos se detalla como el Duque explicaba a su mujer detalles del funcionamiento y los negocios de Nóos ya que ella formaba parte de su junta directiva”, aseguraba.