Las personas mayores de 65 años que comen pescado pueden vivir unos dos años más que quienes no consuman los ácidos grasos omega-3 que se encuentran principalmente en pescados y mariscos, indicó el lunes un estudio realizado en Estados Unidos.

Las personas con altos niveles de ácidos grasos omega-3 en la sangre también parecen tener un riesgo 27% menor de muerte de cualquier tipo, y un riesgo 35% menor de muerte por enfermedades cardíacas que aquellos con niveles más bajos de omega-3 en la sangre, indicó el estudio.

La investigación fue dirigida por científicos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard y fue publicada en la revista Annals of Internal Medicine.

Otros estudios ya demostraron una relación entre los ácidos grasos omega-3 y un menor riesgo de enfermedades cardíacas, pero esta investigación examinó las historias médicas de personas mayores de 65 años para determinar cualquier vínculo entre el consumo de pescado y el riesgo de muerte.

Los investigadores revisaron datos médicos de 2.700 estadounidenses mayores de 65 años a lo largo de 16 años. Los considerados para el estudio no estaban tomando suplementos de aceite de pescado, para eliminar cualquier confusión sobre el uso de suplementos o diferencias dietéticas.

Los que tenían los niveles más altos en sangre de ácidos grasos omega-3, presentes principalmente en pescados como salmón, atún, sardina, arenque y caballa, tenían menor riesgo de morir por cualquier causa, y vivieron un promedio de 2,2 años más que los que tenían niveles bajos.

Los investigadores identificaron el ácido docosahexaenoico (DHA) como el más estrechamente relacionado con un menor riesgo de muerte por cardiopatía coronaria.

El ácido eicosapentaenoico (EPA) estaba fuertemente vinculado con un menor riesgo de infarto de miocardio no fatal y el docosapentaenoico (DPA) fue más fuertemente asociado con un menor riesgo de muerte por derrame cerebral.

Los resultados persistieron después de que los investigadores hicieron ajustes por estilo de vida, factores demográficos y de dieta.

“Nuestros resultados destacan la importancia de tener niveles adecuados de ácidos omega-3 en la sangre para la salud cardiovascular, y sugieren que en el futuro estos beneficios realmente podrían extender la expectativa de vida”, dijo el autor principal del estudio, Dariush Mozaffarian, profesor asociado en el Departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard.

Mozaffarian aconsejó pasar de la no ingesta de este tipo de ácidos grasos a una ingesta moderada, “o cerca de dos porciones de pescado graso a la semana”.