El internacional brasileño del Zenit de San Petersburgo Hulk mostró este lunes su indignación por el comportamiento, racista e intolerante, de algunos aficionados de su equipo, que pidieron en diciembre que el club no fichara más jugadores negros.

“Pienso que esta gente, estos aficionados, no respetan la cultura de los otros. Respeto a todos los jugadores, sin importar el color de su piel o sus preferencias sexuales”, señaló Hulk a la agencia R-Sport.

“Los aficionados que insultan a los jugadores de un color de piel diferente o homosexuales no reflexionan, así de simple”, añadió el antiguo delantero del Oporto, fichado por el Zenit el pasado verano a cambio de 60 millones de euros.

Hulk, no obstante, reconoció que se encuentra más seguro en Rusia que en Brasil. “(Aquí) No me preocupo por mi mujer y por mi hijo cuando ellos salen, la seguridad es lo más importante, y en Brasil es un problema cotidiano en la vida de la gente”, dijo.