Una calma relativa volvió la noche del domingo a Tombuctú (norte de Malí), donde soldados malienses, apoyados por el ejército francés, se enfrentaron durante horas a “yihadistas” que se habían infiltrado en la ciudad, según una fuente militar y un residente .

“Por el momento hay calma en Tombuctú. Tenemos el control de la situación”, dijo a la AFP una fuente militar, un oficial del ejército maliense contactado en ciudad situada a 900 km de Bamako.

“No hay disparos, pero nuestros equipos peinan el terreno para verificar si quedan ‘yihadistas’ activos o no”, dijo, sin dar más detalles.

“La calma ha vuelto a Tombuctú”, confirmó un habitante. “No se oyen más disparos, pero todo el mundo está en su casa”, agregó.

Al menos siete personas murieron en las últimas 24 horas en Tombuctú, según un balance preparado en base a la información de fuentes militares.

Un civil nigeriano, un soldado maliense y cinco “yihadistas” murieron desde el sábado por la noche en la ciudad, donde se registraron hasta la tarde del domingo enfrentamientos entre “yihadistas” y soldados malienses respaldados por tropas francesas.

Según fuentes militares malienses y una fuente de seguridad regional de Tombuctú, los “yihadistas” que fueron expulsados de la ciudad a fines de enero se infiltraron en esta ciudad luego de un atentado suicida cometido la noche del sábado. El kamikaze murió en el atentado y un soldado maliense resultó herido.

El domingo por la mañana el ejército maliense lanzó operaciones para rastrear islamistas infiltrados y estallaron los combates.

El domingo hacia el mediodía el balance era de dos “yihadistas” muertos y cuatro militares malienses heridos. Por la tarde, uno de los militares heridos falleció y otro islamista murió, explicó un oficial del ejército malí contactado por teléfono.

Otra fuente militar local indicó que un “yihadista” kamikaze que era buscado fue ultimado en una intervención del ejército malí en la que también murió un civil nigeriano. El kamikaze había tomado como rehén al nigeriano en el norte de la ciudad, según esta misma fuente.

Según el oficial maliense contactado en el lugar, los islamistas abrieron el domingo “dos frentes” en el centro de la ciudad. Uno hacia el hotel utilizado como residencia temporaria por el gobernador de la región de Tombuctú y otro hacia el único campamento militar de la ciudad ocupado por soldados malienses.

La misma fuente indicó que los “yihadistas” fueron desalojados del campamento pero pudieron regresar: “No podemos estar en todos lados al mismo tiempo. Es por eso que los yihadistas pudieron regresar al campamento. (…) Son al menos unos quince”.

“Todos los yihadistas no dejaron el campamento visiblemente. Los que estaban escondidos en el interior se pusieron nuevamente en posición de combate”, afirmó una fuente de seguridad malí contactada en Tombuctú.

Según esta fuente, el gobernador, personalidades de Tombuctú y dos periodistas extranjeros fueron “evacuados por el ejército francés” del hotel residencia del gobernador, información confirmada por el administrador del lugar.

En tiempos normales las tropas malienses están en Tombuctú y las tropas francesas, que intervienen en apoyo a los militares locales desde enero, se quedan en el aeropuerto.

Una fuente militar indicó que el kamikaze que murió el sábado por la noche accionó un cinturón de explosivos luego de intentar sin éxito forzar un retén militar. Manejaba un vehículo cuando al mismo tiempo otros “yihadistas” intentaban ingresar en moto a la ciudad.

Este fue el segundo atentado suicida en menos de diez días en Tombuctú.