La guerrilla comunista de las FARC, que negocia en Cuba con el gobierno colombiano el fin del conflicto armado, rechazó ponerle plazo al proceso y advirtió que debe ir más allá de su participación en política, en un comunicado divulgado este martes.

Al conmemorar el quinto aniversario del fallecimiento de su histórico líder y fundador, ‘Manuel Marulanda’, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dijeron que ese proceso “no puede estar sujeto a los vaivenes de la política electoral, a veleidades personales (…), a limitaciones de tiempo y plazos perentorios que no consultan la realidad”.

Las FARC y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos (centroderecha) emprendieron en noviembre de 2012 la negociación de una agenda de cinco puntos para poner fin al conflicto armado.

Las dos partes se encuentran negociado el desarrollo agrario del país, el primer punto de la agenda, que incluye además los temas de participación en política, drogas ilícitas, abandono de las armas y reparación a las víctimas.

Pese a que la negociación aún no ha evacuado el primer tema -fundamental para las FARC dado su origen campesino-, el presidente Santos ha manifestado su esperanza en que el proceso culmine antes de finalizar este año.

Además Santos, que tiene la posibilidad de buscar su reelección en 2014, tiene plazo legal hasta el próximo mes de noviembre para tomar una decisión al respecto.

Las FARC, con 8.000 integrantes según cifras oficiales, combaten al Estado colombiano desde hace 48 años, siendo la guerrilla más antigua de América Latina.

“Lograr superar el conflicto que lleva medio siglo, es un propósito de alcance y dimensiones históricas”, dijo esa guerrilla en el comunicado expedido a nombre del Secretariado del estado mayor central, su cúpula, y divulgado en su página en Internet (www.farc-ep.co).

El grupo guerrillero insistió también en su demanda de ampliar las denominadas zonas de reserva campesina y criticó la reacción del ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, a ese pedido.

Las FARC quieren ampliar en 9,5 millones de hectáreas de tierra las zonas de reserva campesina, de las que actualmente existen seis sobre un territorio de 830.000 hectáreas que ocupan unas 75.000 personas.

Dijeron que desean “continuar avanzando sin vacilaciones en la construcción de acuerdos”, y en ese sentido manifestaron que si en “La Habana se alcanzan acuerdos ciertos que abran la posibilidad real de entrar a disputar el poder político (…), estamos dispuestos a dar ese paso”.