Habitantes del sector El Trebal, en la región Metropolitana, presentaron una demanda contra la empresa Aguas Andinas, debido a los malos olores e insanas condiciones que afectan al lugar, tras la instalación de una planta de tratamiento de aguas servidas.

Ubicado entre las comunas de Maipú y Padre Hurtado, y con una población no superior a mil habitantes, el sector semi rural de El Trebal es un lugar sin locomoción colectiva, en que sus vecinos viven básicamente de la agricultura y cosecha de almendras y otros frutos. Un lugar tranquilo que en la última década se ha convertido, según sus habitantes, en el centro de desechos de Santiago, desde que Aguas Andinas instaló una planta encargada de depurar el total de las aguas del río Mapocho.

Lo anterior no debería significar un problema debido a la tecnología existente para estas labores, sin embargo los procesos llevados a cabo en la planta generan un intenso hedor y contaminación que constantemente afecta a quienes viven en la zona, y que deben soportar el día a día en un ambiente insano, que según han indicado, incluso los hace avergonzarse a la hora de recibir a personas ajenas al lugar.

En 2001 la comunidad esperó la puesta en marcha de una planta, con la promesa de que aportaría agua tratada y apta para el regadío de 57 mil hectáreas y traería consigo el desarrollo y prosperidad a este sector. Sin embargo desde su instalación el resultado para ellos fue otro, pues han convivido con olores que han llegado a impregnar de hedor a fecas sus alimentos, sus ropas y el interior de sus viviendas.

Junto con lo anterior han tenido que soportar plagas de moscas y ratones, e incluso la presencia de dermapteras (tijeretas) a la hora de sacar agua de sus propias llaves.

Pero no es todo, pues en con la llegada del viento primaveral deben lidiar con el polvo de excremento proveniente de los “lodos” que resultan del proceso de limpieza de las aguas servidas.

Por esto, han presentado una demanda que lleva ya casi dos años, y que reclama el derecho a la integridad psíquica en relación al sufrimiento, al menoscabo y al agravio moral. Además solicitan el retiro definitivo de los lodos acumulados, la plantación de árboles alrededor de la planta, la desratización de la zona y vacunación para toda la comunidad, ante las enfermedades de contagio por exposición a agentes patógenos.

Todos estos puntos, son parte de las medidas de mitigación que según los habitantes debió proveer Aguas Andinas desde la instalación de la planta.

Petronila Gatica, miembro de la comunidad, describió la situación que han vivido en los últimos años he hizo un llamado a las autoridades y al presidente de la república para que les den apoyo con esta situación.

Finalmente la vocera reiteró que esperan solucionar el problema que durante los últimos años los han tenido soportando enfermedades y situaciones de riesgo para la salud de las familias que habitan el sector.

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