Cinco personas que pretendieron estar rodando una película de Hollywood que tenía un costo de 30 millones de dólares como parte de un sofisticado fraude fiscal, fueron condenadas este lunes a penas de varios años de cárcel por un tribunal de Londres.

El grupo declaró al fisco que estaba rodando un filme titulado “A Landscape of Lives” (Un paisaje de vidas) con un presupuesto de 30 millones de dólares, los que esperaban la participación del oscarizado actor británico Jeremy Irons, explicó la Fiscalía durante el juicio.

Los estafadores crearon entonces una serie de empresas ficticias para pedir fraudulentamente devoluciones del Impuesto sobre el Valor Añadido -IVA- o los incentivos fiscales destinados a alentar la producción cinematográfica británica.

Entre 2010 y 2011, el grupo presentó numerosos documentos falsos alegando importantes pagos y pidió el reembolso de 4,2 millones de dólares, de los cuales al parecer recibió 796.318.

Sin embargo, todo lo que se produjo de “Paisaje de vidas” fueron siete minutos de película de una “calidad inutilizable”, siempre según la Fiscalía.

Cuando el fraude fue descubierto y se llevaron a cabo las primeras detenciones, los falsos productores organizaron rápidamente el rodaje de otra película por muy poco dinero pero con actores reales, “A Landscape of Lies” (Un paisaje de mentiras), para tratar de taparlo. La película salió directamente en DVD en 2011.

“Fue un complot extraordinario para atacar al erario público”, afirmó el lunes Sue Patten, la responsable de la división de fraude en la fiscalía británica, para quien el grupo sólo buscaba “explotar un sistema de desgravación fiscal destinado a respaldar a la industria cinematográfica británica”.

La máxima sentencia, de seis años y medio, fue para el británico Bashar al Issa, de 34 años, considerado el artífice de la estafa.

La actriz británico-irlandesa Aoife Madden, de 31 años, quien admitió haber presentado “un paquete de mentiras” sobre el proyecto a los inspectores de Hacienda, fue sentenciada a cuatro años y ocho meses.

El paquistaní Tariq Hassan, de 52, y el iraquí Osama al Baghdady, de 51, recibieron sendas condenas de cuatro años, seis meses más que Ian Sherwood, de 53, quien permitió que sus oficinas se utilizaran para el fraude.