Chipre alcanzó este domingo un “acuerdo de principio” con sus socios europeos sobre un nuevo plan de rescate, que obliga a liquidar el segundo banco de la isla mediterránea, y en las próximas horas deberá recibir el aval del Eurogrupo.

De lo contrario, la isla que representa el 0,2% del PIB de la zona euro, podría declararse en quiebra este mismo lunes.

“Los esfuerzos dieron sus frutos”, señaló el presidente chipriota, Nicos Anastasiadis en su cuenta de Twitter luego de casi diez horas de negociaciones en Bruselas. Una fuente europea confirmó que un “acuerdo de principio” fue alcanzado y ahora deberá ser debatido en la reunión de ministros de Finanzas de la zona euro.

El presidente chipriota se reunió con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, el de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, la jefa del FMI, Christine Lagarde, del BCE, Mario Draghi, del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y el vicepresidente comunitario, Olli Rehn.

Según una fuente europea el acuerdo prevé el cierre y liquidación del Banco Laiki, el segundo mayor del país, mientras se mantiene el Banco de Chipre (Bank of Cyprus), el más grande en volumen, a cambio de una fuerte quita para los depósitos superiores a 100.000 euros.

“Estamos dispuestos a encontrar una solución, vamos a hacer todo lo posible para evitar pasar todos los domingos aquí en Bruselas”, dijo el ministro alemán Wolfgang Schauble.

Si no alcanzamos un acuerdo, “habrá riesgo de contagio” en toda la zona euro, advirtió el ministro español de Economía , Luis de Guindos.

Chipre se comprometió con Bruselas a recaudar 7.000 millones de euros (más de un tercio de su PIB) a cambio del rescate por 10.000 millones de euros que le concedió la zona euro y el FMI una semana atrás.

Pero el plan debe ser aprobado esta noche. El BCE exigió un acuerdo antes del lunes, porque en caso contrario cerrará el grifo de liquidez a los bancos chipriotas.

Y sin un acuerdo, los países de la zona euro están dispuestos a asumir una salida de Chipre de la zona euro para evitar un contagio a Grecia, España e Italia, los países más afectados del bloque, dijeron fuentes europeas.

“Las negociaciones están en este momento en un estado delicado. La situación es muy difícil y el tiempo es demasiado limitado”, explicó una fuente europea, que pidió el anonimato.

La idea inicial -contemplada en un plan aprobado la semana pasada- de imponer una tasa excepcional a todos los depósitos bancarios, incluso los inferiores a 100.000 euros que estaban asegurados, prendió fuego en la opinión pública y el Parlamento la rechazó el martes pasado, lo que obligó a los dirigentes a una carrera contrarreloj en busca de otras alternativas.

Amenaza de huelga del sector bancario

En la isla, donde los bancos llevan una semana cerrados, el pánico y la cólera de los ahorradores, temerosos de perder sus ahorros o fondos de pensiones, va en aumento.

“Si no garantizan nuestros fondos de pensiones, empezaremos una huelga a partir del martes”, cuando está previsto que reabran los bancos, advirtió el sábado Loizos Hadgicostis, presidente de la Unión Chipriota de los Empleados de los Bancos (Etyk).

Un artefacto explosivo causó desperfectos en una sucursal del Bank of Cyprus en Polemidia, aglomeración de Limasol, en la costa sur de la isla mediterránea.

Ante la amenaza de hundimiento, los diputados chipriotas adoptaron el viernes por la noche las primeras medidas: reestructuración del sector bancario del país, creación de un fondo de solidaridad e imposición de un límite al movimiento de capitales, de manera de evitar una fuga cuando se abran los bancos..

Demasiada expuesta al sector inmobiliario y la deuda griega, la banca chipriota ofrecía intereses muy altos e impuestos muy bajos, un gran atractivo para los millonarios rusos.

Resultado: un sector bancario seis veces más grande que el tamaño de su economía.

De no llegar a un acuerdo, la diminuta isla de 850.000 habitantes, se convertiría en la primera en dejar la zona euro.