Si alguna vez has visto a tu hermana, prima o amiga envuelta en una relación en la que son constantemente abusadas, de seguro te has preguntado “¿Cómo es posible que no ponga fin a esta situación?”.

Pese a que a algunos les cueste encontrarle sentido a este tipo de vínculos, un grupo de investigadores de la Universidad Purdue (EEUU) realizó una investigación que halló respuesta a dicha interrogante.

Para ello, los encargados estudiaron a 171 jóvenes de aproximadamente 19 años, a quienes se le aplicaron distintos cuestionarios durante tres meses. Más del 80% de los participantes eran mujeres que estaban en una relación abusiva, reportando al menos un acto de agresión verbal, psicológica o física de parte de sus parejas.

Tras analizar los datos proporcionados por los encuestados, los investigadores lograron deducir que las mujeres que salían con un chico abusivo eran más felices de lo que esperaban cuando la relación terminaba.

Si bien este dato parece obvio, también notaron que las mujeres en el estudio pensaban que su felicidad sería menor una vez que se alejaran de su pareja. Este hecho llevó a los encargados del estudio a plantearse que esa era la razón, aparte del abuso mental, por la que muchas mujeres permanecían en vínculos amorosos de este tipo.

“El miedo a que termine una relación mantiene a las personas en relaciones abusivas. La gente teme sentirse peor una vez que le pongan fin. Este estudio analizó personas que están saliendo con otras, lo que significa que no tienen un vínculo formal o financiero, pero que pese a ello estaban comprometidas en relaciones que eran dañinas para ellas”, señaló Ximena Arriaga, profesora asociada de Ciencias de la Psicología y una de las autoras del estudio.

Al respecto, Arriaga precisó que entre los abusos vividos por las participantes estaban el haber sido objeto de groserías, empujadas, controladas o humilladas por sus parejas según consignó MedicalXpress.com.

Además, informó que al terminar el estudio 46 de los encuestados habían acabado su relación, y la mayoría había experimentado una felicidad mayor a la que pensaron que iban a sentir cuando se alejaran de su pareja abusiva.