El encarcelado líder separatista kurdo Abdulá Ocalan llamó el jueves a sus partidarios a abandonar la lucha armada contra las autoridades turcas y a centrarse en el combate político, tras casi tres décadas de un conflicto que dejó 45.000 víctimas mortales.

“Hemos entrado en una etapa en la que las armas deben callar”, afirmó Ocalan en la carta escrita desde su celda y leída en Diyarbakir (sudeste) ante cientos de miles de personas por un legislador kurdo.

También llamó a los insurgentes armados del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) a “retirarse de Turquía”, alegando que “es tiempo de que la política prevalezca”.

Durante las discusiones sobre un plan de paz, el gobierno turco exigió que los cerca de 2.000 combatientes del PKK abandonasen el territorio turco antes del otoño boreal y se comprometió a obtenerles un salvoconducto para permanecer en Irak.

El llamado al cese de hostilidades culmina varios meses de negociaciones secretas entre los servicios secretos turcos y Ocalan, encarcelado desde 1999, que purga en la isla de Imrali, cerca de Estambul, una condena a prisión perpetua por “traición”.