En su segunda jornada oficial en Washington, la bloguera opositora cubana, Yoani Sánchez, fue recibida este miércoles en la Casa Blanca por el principal consejero presidencial para América Latina, Ricardo Zúñiga, y por legisladores de origen cubano.

“Estados Unidos espera el día en que todos los cubanos tendrán oportunidad de expresarse en público sin miedo y continuaremos apoyando políticas que alienten el libre flujo de información hacia y desde Cuba”, indicó el comunicado de la Casa Blanca.

A lo largo de la jornada, Sánchez fue tuiteando sus encuentros y enviando fotos de la capital estadounidense, donde también recogió en el Departamento de Estado el premio Mujer de Coraje que le fue otorgado en 2011.

En el Capitolio la bloguera fue recibida, entre otros, por los congresistas republicano Marco Rubio y el demócrata Robert Menendez.

“A través de su blog Generación Y, Yoani le ha dado al resto del mundo valiosos datos sobre la vida diaria en Cuba”, declaró Rubio.

“Es críticamente importante que cuando vuelva a casa, sigamos siendo vigilantes sobre los abusos y actos de venganza que el régimen está seguramente planeando en su contra”, añadió el texto.

“Escuchar a una disidente que ama incondicionalmente a su país fue muy informativo para mí”, explicó por su parte el jefe de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid.

La bloguera, de 37 años de edad, está de gira internacional desde febrero, tras esperar durante años que le dieran pasaporte, gracias a una reciente reforma migratoria.

La disidente mantuvo luego un encuentro con estudiantes en la universidad de Georgetown, junto al también bloguero Orlando Pardo.

Cada tuit que rebotan los seguidores de blogueros fuera de la isla “es un centímetro protector de ese escudo virtual que lleva encima ese activista”, dijo Yoani Sánchez, que alentó a los asistentes a velar por esa transmisión de la información.

Sánchez recordó ante los estudiantes que los tuits que manda al exterior de Cuba, a veces para informar de una detención, son simples envíos mediante la mensajería instantánea de su teléfono celular.

“El reto es que esa Cuba virtual llegue para quedarse en la Cuba real”, añadió.

“No hay nada heroico… he tratado de darle voz a aquellos que se han quedado sin voz”, repuso a su vez Pardo.