Un antiguo texto de origen egipcio, descifrado hace poco y cuya data es de aproximadamente 1.200 años, cambiaría la historia de Jesús en algunos aspectos, como su relación con Poncio Pilato. Esto, pues asegura que este prefecto de la provincia romana de Judea habría cenado con el enviado de Dios antes de ser crucificado, ofreciendo incluso a su hijo para que ocupara su lugar.

El traductor del texto, Roelof van den Broek, señaló que jamás había leído un escrito donde se señalara esto último, añadiendo que algunos sí creyeron en lo que éste señala, pese a que no está comprobado, informó La Tercera.

“Sin más preparaciones, Pilatos preparó la mesa y comió junto a Jesús durante el quinto día de la semana. Y Jesús bendijo a Pilatos y a su hogar”. El texto agrega que Pilatos posteriormente le dijo a Jesús “Bien entonces, contempla, la noche ha llegado. Levántate y retírate, y cuando la mañana llegue y me acusen por tí, les daré mi único hijo para que lo maten en tu lugar”.

Ante este ofrecimiento, Jesús le habría respondido “Oh Pilatos, te has mostrado merecedor de gran gracia porque has sabido mostrarme buena disposición”.

Esta versión explicaría por qué en las iglesias cópticas y en Etiopía consideran a Pilatos una especie de santo, según indica el también profesor de la Universidad de Utrecht en Holanda.

El texto, escrito en idioma copto (del egipcio antiguo), fue descifrado de un manuscrito de la Biblioteca Morgan del Museo de Nueva York, pues la segunda copia, que permanece en el Museo de la Universidad de Pensilvania, es casi ilegible.

Éste es firmado con el nombre de San Cirilo de Jerusalén, quien habría vivido en el sigo IV, y comienza relatando que el hallazgo del libro se produjo en Jerusalén, específicamente en la casa de María, madre de Jesús.

“Escúchenme, oh mi honorables hijos, déjenme decirles algo que he encontrado escrito en el hogar de María”, narra el texto, que además habla de la vida de los apóstoles.

Según van den Broek, “es poco probable que el monje que escribió la historia creyera en todos los detalles, pero sí algunas escenas, como la comida que Pilatos y Jesús compartieron”, señala el medio.

Pero no sólo de esto cuenta el texto, pues también añade algo importante, que el arresto de Jesús se habría llevado a cabo un martes y no un jueves como se conoce hasta ahora.

Cabe destacar que según Roelof van den Broek, el descubrimiento de este texto no significa que los hechos sucedieron, pero sí que algunas personas que vivieron en aquella época creyeron en lo escrito.

“Las personas de esa época aunque estuvieran bien educadas, no tenían una actitud crítica con la historia”, añadiendo que “Los milagros eran posibles, por lo que las historias antiguas también podía serlo”.