Gracias a un arreglo entre el establecimiento y el apoderado, pudieron finalmente matricularse 2 de las 4 jóvenes a las que se había negado reincorporarse a clases en el Colegio Inmaculada Concepción.

La información fue confirmada por la Superintendencia de Educación Superior, institución que actuó como ministro de fe en el arreglo entre la dirección del colegio y Alejandro Grandón, el apoderado de las dos estudiantes que pudieron ingresar a clases la mañana de este lunes.

Las autoridades del colegio negaron la matrícula a las hijas de tres apoderados que lideraron la oposición a la frustrada venta del establecimiento, pese a que existía una orden judicial que permitía su ingreso.

Trascendió que Alejandro Grandón debió aceptar una condición del colegio para la matrícula, la que le solicita no ser más el apoderado de las niñas, sino que dicha responsabilidad la asuma la madre.

En tanto, los otros apoderados afectados, Patricio Leal y Miguel Palacios, mantendrían su postura de no acceder a las condiciones de dejar de ser apoderados.