Los argentinos expresan orgullo porque el nuevo Papa sea un compatriota, pero reclaman cambios profundos a la Iglesia Católica, como aceptar el uso de condones o la homosexualidad, según una encuesta de la consultora Ibarómetro difundida este lunes.

Específicamente, el 54,2% de los consultados manifestó “orgullo” por la designación de Bergoglio, pero a la vez piden cambios en la Iglesia Católica, como aceptar el uso de preservativos (82,7%) o la homosexualidad (59,7%).

“Lo interesante -en la encuesta- es cómo conviven la reacción favorable por la designación del papa con la expectativa de cambio, lo que implica una mirada crítica hacia la Iglesia”, dijo a la AFP el sociólogo Ignacio Ramírez, a cargo del sondeo.

Ramírez sostuvo que la reacción favorable “se apoya en la argentinidad puesta en valor, aunque no con un contenido estrictamente religioso, y en la gestualidad del papa, en especial los signos de austeridad”.

“Pero esa aceptación no implica una fiebre religiosa” en Argentina, aclaró el responsable de la consulta, en la que una minoría del 9,8% tomó la designación del Papa con “indiferencia” y el 6,2% con “bronca”.

Alrededor del 75% de los 40 millones de argentinos profesa la religión católica, según datos de la institución religiosa.

A la vez de recibir con beneplácito la elección del Papa, existe “una demanda de cambios en la Iglesia de una sociedad que viene recorriendo cambios culturales muy profundos”, dijo Ramírez, entre los que citó la aprobación del matrimonio gay en 2010.

Jorge Bergoglio, entonces arzobispo de Buenos Aires, fue un tenaz opositor a la ley de casamiento entre personas del mismo sexo y a la de identidad de género (2012) que autoriza a los travestis y transexuales a registrarse con el sexo elegido.

“En contra de lo que se cree, hay una mayoritaria aceptación respecto a la despenalización del aborto. En una encuesta realizada en diciembre del año pasado, más del 50% está a favor”, dijo Ramírez.

Varias ONG feministas y legisladores del gobierno y la oposición impulsan el debate de la despenalización del aborto, mientras la presidenta Cristina Fernández se opone a esa práctica.

Al ser consultados sobre cuál debería ser la prioridad del Papa, el 26,8% consideró que “pelear por un mundo más justo” y el 19,3% “castigar los abusos sexuales de algunos sacerdotes”.

La encuesta fue realizada el viernes pasado vía telefónica a mil personas en la capital argentina y su poblada periferia.