Las causas relacionadas con conflictos medioambientales serán vistas de ahora en adelante en el Segundo Tribunal Ambiental, con sede en Santiago, hasta que a mediados de año empiecen a funcionar en Antofagasta y Valdivia.

Estas instancias estarán integradas por tres ministros, de los cuales dos serán abogados, pero uno de ellos deberá ser un licenciado en Ciencias, con especialización en materias medioambientales.

El abogado Álvaro Toro, querellante contra el proyecto de la Central Termoeléctrica Castilla y Punta Alcalde, establece que no está de acuerdo con que los tribunales no estén integrados exclusivamente por abogados.

Estos tribunales funcionarán como una primera instancia judicial cuando exista algún conflicto entre diversos actores afectados por algún proyecto ambiental.

Sin embargo, para el director académico de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Andrés Bello, Alonso Barros, esto sólo contribuirá a que continúe la tendencia a judicializar los proyectos.

No obstante, para el Coordinador de Campañas de Greenpeace en Chile, Samuel Leiva, estos tribunales son vistos como algo positivo, ya que contribuyen a que sea más sólida la institucionalidad para revisar los temas ambientales, al considerar también una Superintendencia del ramo.

Sin embargo, todos concuerdan en que sólo se podrá hacer un balance del funcionamiento de estos tribunales en cuanto empiecen a tratarse las primeras causas del ramo.