Al menos diez personas murieron y 16 resultaron heridas al estallar el domingo un coche bomba en una estación de autobuses en la ciudad de Basora, la principal del sur de Irak, indicó el jefe del consejo de seguridad provincial.

El atentado se produjo poco después de que otro coche bomba explotara en el centro de la ciudad, sin provocar víctimas, indicó el responsable, Ali Al Maliki.

Los ataques en Basora son relativamente raros en comparación con otras zonas de Irak, sobre todo en el centro, el oeste y el norte.

La violencia disminuyó desde su auge, entre 2006 y 2007, cuando se registraron numerosos enfrentamientos entre sunitas y chiitas. Sin embargo, diez años después de la invasión dirigida por Estados Unidos los ataques siguen siendo comunes y el mes pasado costaron la vida a 220 personas, de acuerdo con un recuento de la AFP basado en fuentes médicas y de la seguridad.