Por segunda vez la primera dama estadounidense Michelle Obama figura en la portada de la revista Vogue USA, en esta ocasión por una entrevista principalmente dedicada a su matrimonio y sus dos hijas.

En la edición de abril que saldrá a la venta el 26 de marzo, la esposa del presidente Barack Obama aparece fotografiada por Annie Leibovitz con un vestido azul sin mangas de Reed Krakoff, uno de sus diseñadores favoritos, y su nuevo corte de pelo con flequillo.

Antes de Michelle Obama, una sola primera dama había ocupado la portada de la biblia de la moda, Hillary Clinton, en diciembre de 1998. Y ninguna lo hizo dos veces, a pesar de que los retratos de políticas no son inhabituales en la revista.

Entrevistada junto con el presidente, que posa con ella en el Salón Rojo de la Casa Blanca, la primera dama de 49 años, elogiada a menudo por su elegancia, habla un poco de moda pero sobre todo de sus hijas Malia, de 14 años, y Sasha, de 11, así como de su marido.

“El 90% de nuestras conversaciones tienen que ver con las chicas. ¿Qué hacen? ¿Quién tiene un entrenamiento? ¿Qué cumpleaños está previsto”, cuenta, explicando su deseo de que tengan una vida lo más normal posible.

La primera dama justifica en esa intención de que la familia esté unida la tendencia de los Obama a no organizar muy seguido reuniones privadas solo para adultos en la Casa Blanca: “Hemos sido los dos muy francos cuando hemos dicho que nuestra prioridad número uno era que nuestra familia esté junta”, recordó.

Michelle Obama había aparecido por primera vez en la portada de Vogue en marzo de 2009 con un vestido fuscia sin mangas de Jason Wu.

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