Estados Unidos planea reforzar su sistema antimisiles con el despliegue de 14 nuevos interceptores, que se sumarán a los 30 misiles ya instalados en su territorio, anunció este viernes el secretario de Defensa, Chuck Hagel. Esto, en el marco de las amenazas nucleares de Corea del Norte contra la franja norteamericana.

La medida busca “adelantarse” a las amenazas presentadas por Irán y especialmente por Corea del Norte, que en febrero realizó una prueba nuclear que aumentó las tensiones en la península coreana, agregó.

Los 14 misiles suplementarios, llamados GBI (Interceptores Basados a Tierra, por sus siglas en inglés), serán desplegados de aquí a 2017, precisó Hagel.

Los 30 interceptores ya habilitados están en las bases de Fort Greely (Alaska, noroeste) y Vandenberg (California, suroeste).

Los GBI interceptan misiles balísticos intercontinentales (conocidos como ICBM): lanzan un “vehículo exoatmosférico” que, una vez en el aire, se precipita hacia el misil para destruirlo.

Hagel anunció que el gobierno estadounidense también “reestructurará” sus antimisiles SM3, que van a bordo de los barcos de guerra y destructores, y hará un estudio para encontrar un nuevo lugar en el país para instalar misiles GBI.

Congresistas republicanos reclamaron el año pasado que se instale una base de este tipo en la costa este.

Pyongyang no tiene actualmente capacidad balística intercontinental, pero “ha mostrado progresos en la puesta a punto de la tecnología de mísiles de largo alcance”, aseguró Hagel.

Tras realizar una nueva prueba nuclear, Corea del Norte amenazó la semana pasada a Estados Unidos con llevar a cabo un ataque “preventivo”, así como anunció que revocará los acuerdos de no agresión con Seúl alcanzados en 1953, y que pusieron fin a la guerra de Corea.