Gracias a su capacidad sin precedentes para descubrir elementos químicos en el espacio, ALMA, el mayor radiotelescopio del mundo inaugurado este miércoles en el desierto de Atacama, podrá también explorar moléculas en las galaxias y estrellas más antiguas que permitirán entender así el origen de la vida.

Con 66 antenas que pueden trabajar al unísono, ALMA es capaz de llegar hasta lo que se cree sería el origen del Universo, en la parte más oscura, distante y fría conocida, hasta ahora invisible para el ojo humano.

Allí también existen moléculas y otros elementos químicos considerados vitales para la vida y que desde ahora pueden ser también captados por ALMA, valorado como el mayor instrumento de astroquímica actualmente en funcionamiento.

A nivel microscópico, el espacio está lleno de elementos químicos que se unen para formar moléculas, como el agua o el monóxido de carbono.

Sin embargo, ésta moléculas no sobreviven bien a las altas temperaturas que pueden captar los telescopios ópticos, y por eso hasta ahora permanecían prácticamente ocultas.

Según el astrónomo chileno Antonio Hales, “lo mas importante en un telescopio es la capacidad de resolución y la sensibilidad, y además de eso, la frecuencia en la que funciona”.

“Como ALMA tiene mucha sensibilidad, las antenas captan una gran cantidad de moléculas, y ahora hay que investigar que es que, y así es como esperamos descubrir nuevas moléculas”, agrega Hales.

De momento, “se ha encontrado agua, glycoaldehido y un par de moléculas mas que son precursores de aminoácidos, importantes en la síntesis del ADN” y básico para la vida, dice Hales.

“Realmente, la carrera mundial en astronomía astroquímica es justamente para buscar los elementos mas complejos, mas prebioicos posibles, o incluso bióticos. Si encuentras vida, la hiciste” dice con pasión este joven astrónomo chileno.

ALMA es el primer instrumento que puede observar un rango tan amplio de elementos químicos, y además, permite crear imágenes de los resultados.

Hales fue el primero en convertir una de las observaciones de ALMA, que llega a los astrónomos en forma de gráficas y números, en una imagen nueva de la vieja estrella R Sculptoris.

El resultado fue tan impactante que sus colegas pensaban que las antenas no estaban funcionando adecuadamente. Inesperadamente, gracias a las moléculas de monóxido de carbono captadas, la imagen reveló una estructura espiral de material alrededor de la estrella, además del anillo circular exterior, nunca antes vistos.

En sus primeras observaciones, ALMA también encontró azúcar en el gas que rodea una estrella joven similar al sol, un hallazgo que demuestra que los componentes básicos de la vida se encuentran en el lugar y el momento correctos para incorporarse a los planetas que se forman cerca de las estrellas.

En los próximos años, los científicos de ALMA esperan encontrar muchos mas “ingredientes” que hacen posible la vida en el espacio, paso previo para encontrar, algún día, algún tipo de vida mas avanzada.