El susto de su vida vivió un vendedor de autos en Estados Unidos al salir a dar el tradicional test de prueba de un vehículo.

Sin embargo, nunca descubrió que el interesado en el rápido móvil, un chevrolet camaro, era nada más y nada menos que Jeff Gordon, un conocido piloto profesional de la categoría Nascar.

Claro que Gordon se encontraba disfrazado, por lo que el vendedor nunca sospechó que el inocente interesado, y que al arrancar el vehículo mostraba dificultad para controlar la potencia, terminaría realizando unos de los mejores test drive.

Disfruta a continuación de la broma realizada para una campaña publicitaria.

http://youtu.be/Q5mHPo2yDG8