“Si no me caso con vos, me hago cura”, le anticipó Jorge Mario Bergoglio a su novia Amalia hace más de 60 años, según el testimonio de la mujer este jueves a los periodistas que querían saber algo del romance del Sumo Pontífice cuando era niño.

La mujer, de contextura menuda, gafas y cabellos blancos, dijo que la historia se remonta a sus 10 o 12 años de edad, cuando el ahora Papa Francisco, de 76 años, le entregó una carta.

“En la cartita había dibujado una casita de techo rojo y paredes blancas y había escrito: ‘Esta casita es la que te voy a comprar cuando nos casemos’”, relató la mujer en una acera del barrio porteño de Flores, donde ambos nacieron.

El inocente regalo fue recibido como un escándalo por la familia de Amalia.

“Mi mamá me vino a buscar a la escuela y me dijo: ‘Así que vos recibís cartitas de muchachos!’, y rompió la carta”, señaló.

A partir de ese momento, los padres de Amalia hicieron todo lo posible para alejarla de su precoz pretendiente que, tal como lo había prometido, ingresó al seminario sacerdotal.

“No tengo nada que ocultar, fue una cosa de niños y ¡tan limpio!”, afirmó la mujer, cercada por micrófonos y cámaras de televisión.

Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires y primado de Argentina, fue elegido Papa el miércoles y es el primer sacerdote latinoamericano en ocupar ese cargo.